La escritora aragonesa Soledad Puértolas, una de las voces más destacadas de la narrativa española, presenta este lunes su última novela, Mi amor en vano, en donde relata los cambios en la vida de un joven que sufre un grave accidente de tráfico, lo que le sirve para abordar las principales pasiones y frustraciones humanas.

En este nuevo reto literario, tras Compañeras de viaje (2010), Puértolas ahonda en un universo que siempre le ha interesado a lo largo de su trayectoria como escritora —tiene una veintena de obras publicadas—: la emoción, la pasión que nos mueve a los seres humanos, el anhelo de encontrar algo que dé sentido a todo, la lucha contra la amargura y el fracaso, la sed de belleza, la ilusión del amor.

Esteban es el joven que sobrevive a un accidente  y que debe plantearse la vida de una forma nueva. Se desvincula de su rutina anterior y se va a vivir solo a un barrio distinto. En el nuevo contexto, un centro de rehabilitación al que acude diariamente será el principal referente.

Entre los vecinos de su nueva vivienda, una familia compuesta por Dayana, una mujer madura que ha sido actriz, cantante y modelo de artistas, Eugenio, su marido, alcohólico y periodista deportivo, y su hija Violeta, va acercándose más y más a él.

Y también Teresa, una mujer asidua del centro, irrumpe en su mundo. Esteban atisba vidas rotas, vidas gastadas que aún sueñan con rehacerse.

Soledad Puértolas (Zaragoza, el 3 de febrero de 1947) se trasladó con su familia a Madrid siendo una adolescente. En la capital estudió Periodismo y Ciencias Políticas. Ha vivido una temporada en Tronheim, Noruega, y unos años en Santa Bárbara, California. De regreso a Madrid, empezó a darse a conocer como escritora en 1979 cuando ganó el Premio Sésamo con El Bandido doblemente armado.

Este sería el primer galardón de una larga lista que continuaría una década después cuando en 1989 ganó el premio Planeta con Queda la noche. Tres años después fue recompensada del premio Anagrama de Ensayo 1993 con La vida oculta.

En el 2000, fue galardonada del premio NH del mejor libro de relatos con Adiós a las novias. En el 2001, obtuvo el premio Glauka 2001 en reconocimiento a su obra literaria y a su trayectoria intelectual y personal en el ámbito de la cultura.

En el 2003,  recibió el Premio de las Letras Aragonesas 2003, con el que la Comunidad Autónoma celebra a una autora "consagrada" y "netamente aragonesa". A partir de 2006 forma parte del Patronato del Instituto Cervantes, y en enero de 2010, fue nombrada a la Real Academia Española para ocupar el sillón "g".

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