La mayoría de los niños matriculados proceden de Latinoamérica (15.000, el 43,5%), pero también los hay de Europa oriental y occidental (18% de cada una), del norte de África y del Sahara (un 12,7%) y de Asia (un 3,4%). Del 0,6% restante no se ha identificado el país de origen.

Un ejemplo de entendimiento es el instituto Virgen del Remedio, en Alicante. Allí conviven 800 alumnos, 176 de ellos inmigrantes. Y acogen a escolares de 30 países diferentes.

«No debemos eliminar los rasgos característicos» de cada extranjero, pero «ellos saben que necesitan aprender la lengua (el castellano y el valenciano)», aunque sin renunciar a la suya propia, explica el director de este centro, José Antonio Fernández.

Reconoce que se producen peleas e insultos, que se arreglan en un taller de mediación para que «los conflictos se solucionen en el marco de la tolerancia». También realizan ciclos dirigidos a padres y alumnos para que conozcan todas las costumbres.

Qué estudian y cómo se lo montan

Inmigrantes por niveles: 5.611 estudian en educación infantil, 15.987 lo hacen en primaria, 10.612 en ESO, 1.443 en bachillerato y 999 en FP.

Mejor convivencia: El IES Virgen del Remedio hace talleres vespertinos para que los extranjeros conozcan la cultura española y los alicantinos vean otras tradiciones. Por ejemplo, han intercambiado cursos de flamenco y capoeira brasileña.

27 nacionalidades diferentes: El colegio Príncipe de España, de Rojales, acoge 27 nacionalidades distintas. El 70% de los inmigrantes vienen del Reino Unido. Y hay magrebíes y suramericanos. Uno de los problema es, según los maestros, que «las familias no hacen el suficiente esfuerzo por integrarse y enseñar a sus hijos el idioma».