Fuentes cercanas a este proyecto alegan que el retraso se debe a que el proyecto inicial ha sufrido dos modificaciones puntuales para su mejora, lo que ha elevado el presupuesto previsto de 13,7 millones de euros hasta los cerca de 16. Por un lado, se ha autorizado una estructura para proteger el acueducto de San Telmo; por otro, un nuevo diseño en la bajada por la barriada de San José, reclamado por los propios vecinos de la zona.

Un paso inferior

Hasta hace un mes, la remodelación del enlace de La Virreina no daba un ruido. O mejor dicho, a nadie le había tocado sufrirla a pesar de que llevaban dos años ejecutándose. Eso fue hasta el pasado 11 de septiembre, cuando se ocupó parte de la calzada y se limitó el número de carriles de la A-7 de tres a dos por sentido (donde conecta con Las Pedrizas), debido a la construcción de un paso inferior que usarán los coches que abandonen las rondas en dirección al casco urbano.

Este corte no sólo complicó gravemente la circulación en la A-7 durante semanas, con decenas de kilómetros de retenciones durante todo el día, sino que agravó el tráfico en las vías urbanas.

Por ello, tras recibir un aluvión de quejas, Fomento tuvo que darse prisa y montar turnos de trabajo las 24 horas para concluir diez días antes de lo previsto inicialmente en el calendario.

Cortes sin afectar al tráfico

Escarmentado por el caos y las críticas que provocó hace apenas semanas el corte de un carril por sentido en la ronda oeste, Fomento optó ayer por interrumpir toda la calzada para desmontar una línea aérea de alta tensión, que cruza dos veces la autovía, entre las 9.00 y las 14.00 horas. Estas tareas no ocasionaron retenciones. Los cortes en la circulación, necesarios para desarrollar los trabajos, se programaron de tal forma que fueran sólo cuatro, de apenas cinco minutos cada uno, y con una diferencia entre ellos de una hora. Hubo suerte.