La lluvia caída en los primeros días de otoño ha traído beneficios al campo andaluz en general y, sobre todo al olivar, aunque también supondrá retrasos en las cosechas de algodón y arroz, que se iban a iniciar en esta semana.

De esta manera, Emilio Gutiérrez, técnico de Asaja-Sevilla, ha señalado a Europa Press que estas primeras precipitaciones han venido bien para el sector del olivar en las provincias de Córdoba, Granada, Jaén y Málaga, aunque "donde haya caído en forma de trombas de agua ha causado daño".

Asimismo, ha destacado el efecto positivo de estas lluvias en la dehesa, pues aunque "no ha llovido todo lo que se quisiera, se cambia la tendencia" de varios meses sin que cayera agua.

No obstante, los dos cultivos que han sufrido algo la metereología adversa han sido el arroz y el algodón, ya que verán retrasado el inicio de su recolección. En el caso del arroz, se había iniciado ya la recolección pero sólo en algunas zonas, pero "no lo más importante", mientras que en el algodón se retrasa una semana su cosecha cuando ya de por sí "el algodón estaba un poco más retrasado que otros años".

Por su parte, el secretario de Organización de COAG en Andalucía, Eduardo López, ha saludado las primeras lluvias de otoño que están cayendo desde el pasado jueves en casi toda Andalucía por ser "muy buenas" para la agricultura, la ganadería y para recuperar los pantanos.

En declaraciones a Europa Press, López ha indicado que aunque "todavía son insuficientes" estas precipitaciones y, en el caso del olivar, "llegan tarde" si servirá para "recuperar algo de la actual cosecha de aceite y garantizar la siguiente".

De cara a los cultivos de invierno, estas primeras lluvias son muy beneficiosas para preparar el campo para la siembra de cereal y girasol, entre otros.

En el caso de la ganadería, es "fantástico" para que se recuperen los pastos y el ganado extensivo —ovino y caprino, "muy importante en Andalucía— pueda salir al campo y el ganadero "ahorrarse parte del pienso".

Por último, ha llamado la atención sobre el nivel de los pantanos que de septiembre del pasado año a septiembre de este año han perdido un 23 por ciento y su recuperación es importante para garantizar el regadío de la siguiente campaña.