El Ayuntamiento de Cuenca ha adjudicado este jueves el servicio de transporte urbano a la Unión Temporal de Empresas formada por Fernanbús S.A, Autocares Herranz S.L y Autolíneas Rubiocar S.L. Se mantendrán todas las líneas actuales a pesar de que se reducirá la frecuencia en algunas de ellas; también se recorta el número de conductores a pesar de que las componentes de la UTE se han comprometido a reubicarlos en sus plantillas.

En rueda de prensa, el concejal de Movilidad, Gregorio Sebastián, ha destacado que el coste del servicio asciende a 472.000 euros anuales, esto es, 500.000 euros menos que la anterior concesión.

Asimismo, el edil ha remarcado que han conseguido mantener todas las líneas que actualmente circulan por la capital, a pesar de que las empresas interesadas en prestar el servicio optaban por la supresión de la línea 2.

Las restricciones económicas repercutirán en la frecuencia de los autobuses, principalmente durante los fines de semana. De esta manera, el sábado se pasará de 30 servicios a 15 y los domingos a ocho.

La línea que conecta la estación Fernando Zóbel con la capital pasará a tener diez servicios los días laborales, seis los sábados y cuatro los domingos. En este punto Sebastián ha confirmado que los autobuses se fijarán en función de las llegadas de trenes a la estación.

A propósito del servicio a la estación Cuenca Fernando Zóbel, el concejal ha informado de que la nueva concesionaria habilitará un autobús turístico que trasladará a los visitantes desde la estación de alta velocidad hasta el Casco Antiguo a través de la Hoz del Huécar. Se trata de un autobús con 35 plazas, techo acristalado y audioguía, que podría tener un coste cercano a los ocho euros.

También se modificará el servicio de las líneas 6 y 7 que contarán con tres autobuses, en lugar de cuatro.

Modificación de recorrido

El concejal ha detallado otros cambios que sufrirá el servicio tales como la modificación del recorrido de la línea ocho, que une la capital con la pedanía de Nohales, que pasará a circular por la N-400 para dar servicio al colegio de San Julián, el Centro de Investigación de Albaladejito y la residencia de mayores.

Asimismo, la línea con destino Pinar de Jábaga también parará en Nohales, lo que mejorará la conexión de esta pedanía con la capital.

Además, los autobuses llegarán hasta las principales arterias de la ciudad a través de la calle Colón en dirección San Ignacio de Loyola para regresar por Calderón de la Barca, Fray Luis de León, Juan Correcher, parque de San Julián y Alonso Chirino.

Por otra parte, la nueva concesión facilitará los trasbordos gratuitos entre las líneas 1, 2, 5, 6 y 7 en un tiempo máximo de 10 minutos.

El nuevo servicio satisfacerá además, una de las principales reclamaciones del equipo de Gobierno: facilitar a los usuarios información a tiempo real a través de pantallas digitales a pesar de que esta mejora sólo estará disponible en 18 de las paradas. También se creará una página web en la que acceder a la información sobre el transporte urbano de la ciudad.

Por último, la nueva UTE se ha comprometido a renovar progresivamente la flota de vehículos con los que cuenta el servicio y que actualmente presentan una edad media que ronda los 12 años.

TRABAJADORES

La reducción de autobuses en algunas líneas y de frecuencias supondrá un recorte de seis trabajadores en la actual plantilla del servicio. La nueva concesionaria subrogará los contratos de 24 de los 30 conductores que en la actualidad cuentan con contrato indefinido.

En cualquier caso, según Sebastián, las empresas que conforman la UTE se han comprometido a reubicar a los seis conductores restantes en sus plantillas.