La Asociación de Abastecimientos de Agua y Saneamientos de Andalucía (ASA), asociación territorial representativa del sector del ciclo integral del agua, ha urgido al Gobierno autonómico a que "revise de forma profunda" el Reglamento Andaluz del Suministro Domiciliario del Agua para "adaptarlo a los nuevos tiempos", al entender que, más de 20 años después de su aprobación, en 1991, ha quedado "desfasado".

Además, según ha explicado en una nota el portavoz y adjunto a la presidencia de ASA, Antonio Jiménez, la revisión supondría "un ahorro de costes productivos para las empresas del sector del agua y una mejora cualitativa en las relaciones entre las empresas del agua, los usuarios y administraciones competentes".

Por ello, la asociación, que integra a más de cien empresas del sector del ciclo integral urbano del agua en Andalucía, solicita "trabajar conjuntamente y de forma coordinada con todos los colectivos implicados" para "conseguir una normativa ágil y útil que garantice un correcto y óptimo funcionamiento" de dicho servicio.

Y es que, a juicio de Jiménez, que reconoce que, en el momento de su aprobación, el reglamento marcó "un antes y un después en la relación entre usuarios, empresas andaluzas del agua y administraciones" en tanto "unificó a nivel andaluz los derechos y obligaciones de cada parte", las medidas que se adoptan actualmente en ese marco son "insuficientes y no responden a la realidad actual".

De esta manera, el portavoz y adjunto a la presidencia de ASA entiende que "queda mucho por hacer" en relación a este reglamento "a pesar de las últimas modificaciones, que han ido dirigidas a la agilización administrativa en la Junta de Andalucía o en la línea de reforzar los derechos de los consumidores y usuarios".

Además, Jiménez justifica la necesidad de abordar una "modificación integral" del reglamento por el "vacío legal" que, según ha explicado, se ha observado "con relación a algunos aspectos de los servicios reglamentados y la promulgación de legislación de carácter estatal y autonómico".

En concreto, ASA aboga por incorporar en el reglamento, entre otras, "medidas para la implantación de sistemas acreditados de calidad y protección medioambiental, de lucha contra el fraude y el consumo desproporcionado, de seguimiento y corrección permanentes de las fugas y pérdidas en redes, y de control de la calidad de los vertidos al saneamiento público"

Asimismo, propone que las entidades suministradoras incorporen "nuevas tecnologías y sistemas informáticos de comunicaciones que faciliten las relaciones entre aquellas y los consumidores", a la vez que apuesta por "la simplificación de trámites, la reducción de plazos, la agilidad y el ahorro de tiempo en las gestiones técnico administrativas".

"mínimas" reclamaciones

Por otra parte, el representante de ASA ha informado de que "la mayoría de las mínimas reclamaciones" que ha provocado el reglamento proceden "de las facturaciones de los consumos del agua —en torno al 70 por ciento—, así como de la lectura en contadores interiores o las inspecciones, necesarias para perseguir el fraude y regularizar la situación respecto a otros usuarios que cumplen con sus obligaciones".