El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, ha invitado a la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), a abordar "el conjunto de los problemas que genera el sector", tanto los que ocasionan perjuicios económicos a los hosteleros como los que denuncian los vecinos.

De la Serna ha respondido así, a preguntas de la prensa, respecto de la advertencia lanzada el jueves por la AEHC del "perjuicio económico" que causa el 'botellón' y denunciado la "permisividad" institucional al respecto.

El regidor ha recordado que el Ayuntamiento, a través de la Policía Local, ha trabajado de forma "intensa", realizando más de 5.000 actuaciones de convivencia ciudadana desde junio hasta septiembre, de las que 748 fueron denuncias por beber alcohol en la vía pública y 119 por tenencia y consumo de drogas, lo que en su opinión, "se aleja mucho de lo que puede ser permisividad".

Además, ha apuntado que, del total de actuaciones, 61 corresponden a expedientes sancionadores a establecimientos hosteleros por ruidos, motivados por molestias a los vecinos. Además 51 locales han sido sancionados por tener terrazas sin licencia y 21 por infringir el horario de cierre, ha enumerado.

Por ello ha recordado que ayer el concejal de Protección Ciudadana, Antonio Gómez, solicitó "a muchos establecimientos de hostelería, no sólo a los que dejan las puertas abiertas, provocan ruido, sacan terrazas ilegales, cierran cuando quieren, sino a todos", que colaboren en el problema del botellón, porque sólo así se puede avanzar en un "tema francamente complejo".

"Ayuda muy poco", ha dicho hasta cinco veces el alcalde, que los establecimientos "permitan a sus clientes salir fuera en lugares no permitidos, que se cuelguen carteles diciendo que se sirven a determinados precios determinadas bebidas...".

Con todo, el Ayuntamiento está "abierto al diálogo" con la AEHC para colaborar "como estamos haciendo" en el problema del botellón, ha dicho el alcalde.

Al respecto, ha negado cualquier enfrentamiento con la asociación, aunque ha matizado que en su denuncia la agrupación hostelera solo se refería "a un aspecto del problema" —el consumo en sus establecimientos— pero hay otros que denuncian los vecinos, como "que se generen ruidos, que no se cierre a tiempo, que se saquen terrazas ilegalmente, que no se cumpla la ordenanza de ruidos y vibraciones, que se desarrolle la actividad con equipos de música cuando no se puede, que se haga con puertas abiertas...".

Así, el alcalde ha dicho que se trata de abordar "el conjunto de los problemas que puede generar el sector y estamos a disposición de la Asociación de Hostelería para intentar resolverlos", ha concluido.