La intensidad de la tormenta que desbordaría el pantano, incluso estando vacío, corresponde a la máxima registrada en España (1952, Jávea, un pueblo de Alicante). La solución que defienden Puche y Moreno es mantener el pantano para minimizar las riadas, pero dejar correr el agua hacia el mar todo el año. Ésa es la misión para la que se diseñó el Limonero en los años setenta.

Sin respuesta

La presa está mal calculada: Es la primera cuestión planteada por Puche y Moreno, a la que la Cuenca no contesta. Los autores afirman que el método para calcular la mayor riada posible ha sido desechado en Estados Unidos. Además, el cambio climático trae consigo precipitaciones más intensas que no se recogen en las extrapolaciones usadas cuando se construyó el pantano.

Plano de inundaciones: Los autores instan a la Junta a difundir el mapa en el que se señalan las zonas de la ciudad que se inundarían si la presa reventara. «Sabemos que existe ese documento. Málaga es la única ciudad de 600.000 habitantes que tiene justo encima una presa de este tipo», destaca Puche.

Rechazo al Plan Guadalmedina

Ecologistas en Acción pedirá que el PGOU en tramitación no incluya embovedar el río Guadalmedina para hacer encima una avenida (Plan Guadalmedina). Por contra, defienden que el río recupere su caudal natural. Este agua, que dejaría de estar disponible para el consumo de la capital, se recuperaría si se apostara por la reutilización masiva del líquido potable, argumentan.