Juzgan en la Audiencia a un policía nacional y 16 acusados más por tráfico de drogas en Linares

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén ha acogido este martes la vista oral en la que se ha juzgado a un agente del Cuerpo Nacional de Policía destinado en Linares así como a 16 acusados más por un presunto delito de tráfico de drogas llevado a cabo en este municipio durante aproximadamente cuatro meses el pasado año.
Acusados en el juicio de hoy
Acusados en el juicio de hoy
EUROPA PRESS
Acusados en el juicio de hoy

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén ha acogido este martes la vista oral en la que se ha juzgado a un agente del Cuerpo Nacional de Policía destinado en Linares así como a 16 acusados más por un presunto delito de tráfico de drogas llevado a cabo en este municipio durante aproximadamente cuatro meses el pasado año.

En el juicio ha prestado declaración el policía imputado, J.G., al que se le acusa de haber avisado al propietario de la vivienda donde presuntamente se vendía la droga de que se podría estar llevando a cabo una investigación centrada en desmantelar dicho punto de venta. El agente ha negado saber de la existencia de la operación, agregando, por tanto, que no podía decir al cabeza de la trama, E.G.P., "que le estaban controlando", como sostiene la Fiscalía.

Tras ello, el policía, que ha ejercido su profesión en la citada localidad durante cinco años, ha escuchado tres locuciones telefónicas que presuntamente se correspondían con su voz, algo que ha vuelto a negar. En concreto, en dichas audiciones se ha podido escuchar frases tales como "¡No habléis por estos medios, ni uno, ni uno!" o "Cámbialo todo, tú y todos". Además, el imputado ha aseverado que no ha entrado nunca a la vivienda de E.G.P., donde supuestamente hacía entrega de la droga al resto de procesados.

No obstante, ha reconocido que tenía interés por comprar a la mujer de E.G.P., también acusada, un coche, toda vez que mantenía una relación de amistad con el padre de la misma, M.C.M., igualmente procesado. "Si hubiera sabido que la investigación estaba abierta, no me hubiera acercado a la casa, ni loco". Así, preguntado por la fiscal si conocía el número de teléfono que se había intervenido y que presuntamente era de su propiedad, ha señalado "no conocerlo de memoria".

"no contesto"

Por su parte, E.G.P. ha manifestado a la fiscal así como a los diferentes abogados defensores su negativa a contestar pronunciando prácticamente en todas las preguntas "no contesto". En cuanto a las interrogativas planteadas por su letrado, ha confirmado que se dedicaba al tráfico de drogas y que en el mismo "había intervenido su mujer".

El joven ha indicado que es consumidor de cocaína desde que tenía 18 años. De hecho, "cuando le detuvieron consumía cinco o seis gramos diarios de esta sustancia". Así, ha manifestado estar "rehabilitado desde hace unos meses" tras haber recibido un tratamiento contra la drogadicción en la prisión.

De su lado, el suegro de E.G.P., M.C.M., se ha mostrado contundente al afirmar que "nunca ha hecho labores de vigilancia" en el entorno de la casa de su hija y su yerno. Del mismo modo, ha asegurado que "no tenía constancia de que su hija vendiera droga, aunque sí su marido porque sus hermanos están todos enganchados". Sin embargo, un agente de la Policía Nacional que participó en la fase inicial de la investigación, ha expresado que "se veía que vigilaba y que entraba y salía de unas casas y otras".

Este mismo policía, que tan solo hizo "una o dos labores de vigilancia" en esta operación antidroga, ha comentado que también recuerda que permanecieran junto a la mencionada casa E.G.P. y el hijo de M.C.M., D.C.C. Según ha mencionado el policía, "se percataron de su presencia en la zona y se avisaron entre ellos". Así ha concretado que M.C.M., cuando intuía la presencia policial, realizaba "labores de contravigilancia".

Mantenimiento en el hogar

Algunos de los procesados han declarado que acudían a la casa del cabeza de la trama para realizar diferentes tareas de mantenimiento del hogar, tales como la subsanación de humedad con el arreglo de un canalón. De este modo, los mismos han apuntado a estas labores como causa por la que acudían al inmueble linarense.

Igualmente, la pareja de propietarios de un establecimiento hostelero ha negado que en su negocio vendieran estupefacientes provenientes de E.G.P., a pesar de que también han sido presentadas locuciones de varias llamadas telefónicas protagonizadas presuntamente por uno de los miembros de la pareja. En definitiva, de los 17 procesados, cinco han reconocido haber participado en el tráfico de drogas negándolo el resto —incluido el policía—, pues uno de los imputados ha dicho incluso "desconocer por qué estaba hoy en la sala".

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