El precio medio de la vivienda en Baleares acumula un ajuste del 30,2 por ciento, algo menor que la media nacional que se situó en un 32,4 por ciento desde el inicio de la crisis, tras descender un 11,6 por ciento en el último año (agosto de 2011-agosto de 2012), según datos de la tasadora inmobiliaria Tinsa.

La contracción que los pisos suman desde los precios máximos alcanzados en diciembre de 2007, antes de que estallara la burbuja del sector, oscilan en función de las distintas áreas geográficas para rozar un máximo de casi el 40 por ciento en el caso del Levante.

En concreto, en la Costa Mediterránea la vivienda acumula un desplome 39,5 por ciento, el mayor de todo el país. Después se sitúan las capitales y las grandes ciudades, donde se ha abaratado una media del 35,6 por ciento desde que comenzó la crisis, y las áreas metropolitanas, con un ajuste del 31,4 por ciento.

Asimismo, en las islas Baleares y Canarias, el precio de los pisos ha bajado ya un 30,2 por ciento desde finales de 2007, y en el resto de municipios, un 27,4 por ciento.

En lo que respecta al último año, según el índice de precios de Tinsa, las caídas más ajustadas se localizaron también en la Costa Mediterránea, con un 14,7 por ciento.

Después se situaron las capitales de provincia y las grandes ciudades, donde el precio medio de los pisos descendió un 13,4 por ciento entre agosto de 2011 y el mismo mes de 2012. En Baleares y Canarias retrocedió un 11,5 por ciento, en áreas metropolitanas un 10,4 por ciento y en resto de municipios, un 8,8 por ciento.