El menor que mató a un joven reconoce que le "lanzó" varias cuchilladas tras golpearle la moto

El menor de 17 años de edad que presuntamente acabó con la vida de un joven el pasado día 16 de agosto en la calle Trópico de la capital hispalense, ha reconocido ante el fiscal de Menores que "lanzó" varias cuchilladas a la víctima después de que ésta golpeara su motocicleta con un coche y le rompiera el piloto de atrás.

El menor de 17 años de edad que presuntamente acabó con la vida de un joven el pasado día 16 de agosto en la calle Trópico de la capital hispalense, ha reconocido ante el fiscal de Menores que "lanzó" varias cuchilladas a la víctima después de que ésta golpeara su motocicleta con un coche y le rompiera el piloto de atrás.

Fuentes del caso han informado a Europa Press de que, en su declaración, el menor de edad explicó que, después de éste incidente, le pidió a la víctima los papeles del coche pero ésta no se los quiso dar, tras lo que el imputado se fue a su casa, de donde cogió una barra metálica y un cuchillo con más de 20 centímetros de hoja.

Tras ello, regresó al lugar de los hechos y golpeó el coche del joven con la barra, lo que motivó, según su declaración, que éste lo golpeara en la cabeza con un martillo que portaba, momento en el que "se enzarzaron los dos a golpes", hasta que, en un momento dado, el imputado sacó un cuchillo que llevaba escondido en el pantalón.

Así, le "lanzó" varias cuchilladas —no pudo precisar el número— hasta que el propio imputado se sintió mareado, momento en el que abandonó el lugar de los hechos para dirigirse a su domicilio, en cuya puerta se encontraba su familia, a la que explicó que había tenido una pelea, por lo que los familiares avisaron al 061. Una vez en el interior del inmueble, se lavó la cabeza, limpió el machete y lo escondió en el armario.

Cogió el cuchillo "para utilizarlo"

De igual modo, y según las fuentes consultadas por Europa Press, el menor de edad puso de manifiesto que cogió el cuchillo "para utilizarlo" en caso de necesitarlo y porque estaba "muy nervioso", así como que lo utilizó con la mano izquierda a pesar de ser diestro.

Además, negó que la víctima tirara el martillo y le mostrara las manos vacías "insinuando" que dejaran de pelearse, y aseguró que "lanzó" las puñaladas sin mirar hacia donde lo hacía "porque estaba aturdido".

Tras la declaración, el juez de guardia ordenó el internamiento en un centro cerrado del menor al entender que se trata del "único medio idóneo para garantizar el intento" de que el imputado "reconduzca su comportamiento tanto en el plano familiar como socio-educativo".

"gran frialdad emocional"

Al ordenar su ingreso en un centro de menores, el juez tuvo en cuenta además una serie de "evidentes" factores de riesgo como "la ociosidad y la nula conciencia de delito", a lo que se suma que "ha mostrado una gran frialdad emocional al enumerar los hechos ocurridos", así como la existencia de "indicios" que lo "vinculan" con la comisión del "muy grave" delito supuestamente cometido.

Los hechos tuvieron en la mañana del pasado día 16 de agosto, cuando la Policía Nacional fue avisada de que se había cometido un presunto crimen en la calle Trópico, aunque cuando llegaron al lugar de los hechos el joven, de 22 años e identificado como F.J.M.A., ya se encontraba fallecido.

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