En lugar de esos elementos urbanos tan presentes en otras partes de la ciudad, son los concesionarios de coches, las destartaladas vallas de separación de carriles y las, tristemente grises, farolas los que dan la bienvenida a todo aquel que accede por esta vía a Vigo.

Con los caballos de la plaza de España a lo lejos la visión mejora, pero las vallas publicitarias son lo único con lo que se encuentra. Ya sea a derecha o a izquierda. Unos metros más adelante, uno se topa, en lugar de con un monumento o un parque, con un gran descampado acordonado por un cierre de metal que se cae a trozos. Está usted en Vigo.

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Avenida de Madrid

Entrada sur a la ciudad, con tres carriles. Por  uno de ellos se accede a la estación de autobuses y al popular barrio de San Roque. Esta avenida desemboca en la plaza de españa, punto neurálgico de Vigo.