Las consultoras de Relaciones Institucionales Cristina Marcén y Asela Pintado han asegurado hoy en Santander que, en momentos de crisis, un Gobierno necesita "un único portavoz con un único mensaje", siendo el comunicador "perfecto" una "persona de referencia que informe rápido".

Así lo apuntaron en una rueda de prensa con motivo del Taller de Relaciones Institucionales e Imagen. 'Utilidad en la acción de gobierno' que han dirigido esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). En el taller se ha trabajado, de modo teórico y práctico, "algo tan complicado" como es la utilización de las relaciones institucionales en la acción de gobierno de las fundaciones, de empresas privadas, "e incluso entre los amigos".

"El Gobierno de España debería comunicar mejor", afirmaron las expertas en comunicación e imagen de líder, para quienes la información que se transmite desde un ejecutivo tiene que ser "veraz, oportuna y rápida", sobre todo en momentos como el actual, en que "corremos unos riesgos añadidos".

En ese sentido, apreciaron que "como no hay un único portavoz, se crean portavoces, y eso complica la comunicación". "Ahora pasa mucho tiempo desde que sale una noticia hasta que la comunican" y los periodistas, apuntaron, "en ese lapso de tiempo empiezan a contar lo que otros dicen y crean la noticia".

En esa línea, Pintado explicó que para ser portavoz de un gobierno se tiene que "conocer bien los temas que se quiere explicar", y aseguró que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, es una "buena" portavoz que "habla con una claridad meridiana de todos los temas y tiene la cabeza bien armada y muchos resortes".

Según Marcén, lo primero en un momento como el actual, es "definir en qué tipo de crisis nos encontramos, si es institucional, de valores o total" para así escoger el "portavoz ideal". Aunque ambas proclamaron que "en momentos de mucha importancia se espera que lo comunique el presidente".

Preguntadas sobre la comunicación oral del mensaje político, Asela advirtió que "deberíamos cuidar el lenguaje" ya que "tendemos a prostituir las palabras y a usarlas de forma inadecuada", de modo que "nos lleva a situaciones de confusión". Y puso como ejemplo el uso de palabras como "rescate", que "se usa en los medios de comunicación" cuando a lo mejor "no es lo que nos está ocurriendo a nosotros".

En este sentido, Asela quiso "reivindicar la figura del político" y aseguró que "no es verdad que todos sean corruptos" sino que "demuestran una vocación de servicio enorme". "En casos de corrupción hay que cambiar a la persona, no la institución, y no podemos cargarnos un colectivo entero por un solo caso", sentenció.