De un lado, los empleados tienen que desplazarse por el camposanto en bicicleta. El modelo escogido es bastante clásico: de paseo, con cestita incluida, y azul.

Más modernos, los coches para trasladar a las familias y para elevar los féretros hasta los nichos, que son ecológicos y aún conservan parte del embalaje, según ha podido comprobar in situ 20 minutos.

La renovación del camposanto también viene dada por el sistema de videovigilancia centralizada que Secopsa, la empresa que ha asumido la explotación este año, quiere instalar, según fuentes fidedignas. Además, pretende poner bolardos móviles en la entrada: que viene una carroza fúnebre, pues se bajan; que  ha salido ya, otra vez arriba.

La cara amarga de la renovación es que con tanta máquina varios trabajadores se han quedado en la calle, según explican algunos allegados. Secopsa y el Ayuntamiento han desatendido las reiteradas llamadas de este diario para obtener su versión.