La '10ª reunión internacional sobre las fases tempranas de las enfermedades mentales', celebrada en Santander entre los días 21 y 23 de junio, ha reconocido con el premio para Jóvenes Científicos al mejor póster a una investigación realizada por la neuropsicóloga de investigación Ana Mª Sánchez Torres y las psiquiatras Lucía Moreno Izco, Elena García de Jalón Aramayo, Marisol Campos Burgi y María Zandio Zorrilla, del Servicio de Psiquiatría del Complejo Hospitalario de Navarra.

El trabajo premiado se titula '¿Puede la exploración neuromotora servir para inferir el funcionamiento psicosocial de los pacientes PEP?' y forma parte de un proyecto de investigación más amplio dirigido por los doctores Manuel J. Cuesta Zorita y Víctor Peralta Martín (Unidad de Investigación en Psicosis del CHN).

Se da la particularidad además de que éste es el segundo premio que recibe este grupo de investigación en el último año, y el cuarto en los últimos siete años, en diferentes congresos nacionales e internacionales de Psiquiatría, según ha informado el Gobierno en un comunicado.

Las psicosis se encuentran dentro de las enfermedades psiquiátricas más graves e incluyen los trastornos esquizofrénicos, los trastornos bipolares y otras psicosis. Su origen es todavía debatido pero hay amplias evidencias científicas de que se desarrollan por una interacción genético-ambiental que interfiere en los procesos de neurodesarrollo cerebral desde los primeros meses de la concepción del futuro paciente.

Sus manifestaciones clínicas se inician durante juventud o en el inicio de la vida adulta y se presentan en forma de delirios y alucinaciones, pérdida de la capacidad comunicacional y cambios intensos en el estado anímico. En algunos pacientes las psicosis cursan con una elevada morbilidad y cronicidad, generando una gran carga familiar debido al deterioro psicosocial que puede aparecer.

En estudios anteriores se había descrito que los pacientes pueden presentar signos neurológicos leves al inicio de la enfermedad, tales como alteraciones en la coordinación e integración de la motricidad, pero también movimientos anormales, temblor y rigidez, signos estos últimos que son característicos de otros procesos médicos, como la enfermedad de Parkinson.

Muestra a 77 PACIENTES

Lo que no se había estudiado hasta ahora es si estas alteraciones neurológicas presentes en los pacientes que inician la psicosis permiten predecir el grado de deterioro que pueden sufrir en su funcionamiento psicosocial los pacientes con episodios psicóticos y esto fue el punto de partida del presente estudio.

Se recogió una muestra de 77 pacientes con un primer episodio de psicosis que ingresaron en la sección de Psiquiatría B del CHN+ y que fueron reevaluados durante 6 meses. Gracias a su participación y a la de sus familiares, a todos ellos se les realizó una amplia evaluación clínica, neurológica y cognitiva.

El hallazgo principal fue que las alteraciones en la exploración neurológica inicial predecían el funcionamiento psicosocial (en el autocuidado y en el funcionamiento familiar, laboral y social) que los pacientes iban a desarrollar en el seguimiento. Es decir, que si un paciente presenta marcadas alteraciones neurológicas, tendrá una evolución negativa, con un mayor grado de deterioro.

Los resultados de este estudio suponen, según los autores, "un avance en la identificación de pacientes con psicosis con un mayor riesgo para evolucionar con deterioro psicosocial desde el inicio de su enfermedad". "De esta forma, desde el inicio de la enfermedad se puede diseñar un plan terapéutico individual más intensivo que facilite su futura recuperación psicosocial a aquellos pacientes con mayor riesgo de evolución con deterioro", añaden.