El secretario general de la Unión de Consumidores de Galicia (Ucgal), Miguel López, ha advertido de la existencia de "un vacío legal" en la compraventa de oro ya que, como ha explicado, la actividad "carece de una regulación específica". Con todo, los comerciantes han explicado que todos los establecimientos deben cumplir "requisitos" que implican "la autorización, control y supervisión" de la policía.

"Así como si hay una regulación específica sobre la compraventa de otras actividades como la compraventa de automóviles, la reparación de electrodomésticos, la actividad de compraventa de oro entre particulares no está regulada como tal", ha indicado el secretario general de la Ucgal en declaraciones a Europa Press.

Frente a ello, ha señalado que hay que hacer uso de una regulación general que "ya viene de la época de los llamados montes de piedad", antiguas entidades benéficas en las que los pobres podían obtener sumas en metálico empeñando sus pertenencias.

Así, ha recordado que en este tipo de establecimientos, hay distintas dos modalidades de venta, una de carácter definitivo y otra que ofrece la posibilidad de poder recuperar el producto vendido en un determinado periodo de tiempo. Fórmulas de comercio en las que la Ucgal detecta "un vacío legal" ya que "quedan a la determinación de la empresa que presta el servicio" mientras que, en otras actividades, la normativa "si establece que el derecho al desistimiento —la posibilidad de que te vuelvas atrás— en un plazo de siete días".

Por ello, Miguel López ha abogado por establecer una serie de derechos específicos para los consumidores, como pueden ser, entre otros, aquellos relativos a los plazos que pueden tener los usuarios para recuperar las piezas que se depositan.

Irregularidades en establecimientos de galicia

El aviso de la posible existencia de un "vacío legal" en la actividad de compraventa de oro coincide con los datos publicados por el Instituto Galego de Consumo (IGC) en los que se alertaba de que el 86 por ciento de los establecimientos de compraventa de metales preciosos que existen en la Comunidad gallega presentó algún tipo e irregularidad en el momento de inspección desarrollada por el organismo.

En concreto, el IGC detectó que el 78,73 por ciento de los locales inspeccionados no exponía el precio del producto por unidad de medida y el 35 por ciento no entregaba al consumidor un documento acreditativo de la transacción realizada.

Asimismo, los comercios presentaban irregularidades en los instrumentos de medida de los metales, pues en el 57 por ciento de los casos las básculas no eran aptas para los negocios o no estaban correctamente marcadas —con la etiqueta metrológica 'M verde' y el marcado 'CE' de conformidad'—.

Además, el 64 por ciento de los establecimientos analizados no contaban con un libro de registro —en el que deben de constar las operaciones realizadas en los últimos 15 días— o bien no lo tenían actualizado o sellado por la Jefatura Superior de Policía.

Ante estos resultados, la Consellería de Economía e Industria puso en marcha una segunda campaña para comprobar si los comercios habían corregido los fallos detectados, tras la cual, como informó la presidenta del Instituto Galego de Consumo, "la mayoría" de los establecimientos "subsanaron" las infracciones.

AUTORIZACIÓN,

Control y supervisión policial

Por su parte, en declaraciones a Europa Press, el director general de Oro Caja —una de las empresas líderes del sector en España—, Víctor Lavandeira, ha recordado que para desarrollar la actividad diaria todos los establecimientos "deben cumplir ciertos requisitos que implican la autorización, control y supervisión" de la policía.

"De no cumplirse" estas condiciones de "buena praxis", ha explicado, la empresa "no recibe la autorización ni para la apertura del local ni para el desarrollo de una actividad" que, como ha señalado, en Oro Caja se caracteriza por la "profesionalidad, experiencia y transparencia".

Pese a ello, entre las recomendaciones que da a los usuarios de los comercios de compraventa de oro, Lavandeira ha destacado que en todo local "siempre deben de solicitar el DNI al cliente".

"Una vez realizada la transacción deben hacerle firmar una serie de documentos entre los que encontramos, por ejemplo, la ley de protección de datos entre otros", ha detallado antes de explicar que esta firma "no implica más que el cumplimiento exhaustivo de la legislación vigente en materia de Prevención de Blanqueo de Capitales y la colaboración continúa con la policía, por lo que debe de ser habitual en todo establecimiento".

Asimismo, ha informado de que "todas y cada una de las compras realizadas son presentadas ante la unidad policial correspondiente" que, como ha apuntado, "verifica la procedencia" del producto "antes de autorizar al establecimiento a su venta".

Proliferación de la venta de oro

Por otra parte, el responsable de Oro Caja ha considerado que la proliferación de locales de compro oro responde "a una necesidad del mercado" derivada de "una mayor demanda de oro de inversión propiciada, principalmente, por la inestabilidad de los mercados, el incremento de las reservas de los Bancos Centrales y un aumento de compra de oro en inversión".

"Comprar y vender oro no es algo nuevo, siempre ha existido, pues ha sido desde siempre un valor seguro", ha señalado Lavandeira, quien ha considerado que "ante la inestabilidad de los mercados este producto se convierte en valor refugio para muchos inversores, incluso para los bancos centrales".

Por último, ha recordado que "ya hace algunos años" que la compraventa de oro "se especializó" pues "si bien hace un tiempo poca gente se planteaba vender sus joyas, ahora todo el mundo lo puede considerar". Por ello, ha augurado que "como cualquier otro negocio, poco a poco, se irá normalizando" aunque "tendrá sus alzas y bajas".