Una anciana acaba de subir en el hospital Reina Sofía y le cedo mi sitio. Me agarro donde puedo y la sensación es que no hay quien se mueva. «No sé cómo Latbus no pone más autobuses para esta parte de la línea si siempre monta tanta gente», comenta una mujer a otra que se encuentra a mi lado.
No es para menos, la línea es muy utilizada. «Cerca de mil personas se desplazan en los autobuses de esta línea cada mañana», asegura el conductor.
La sensación de hacinamiento se mantiene durante media hora, hasta llegar a la pedanía de Beniaján, a las 12.05 horas. Lo hacemos con unos 15 minutos de retraso, pero es poco para lo habitual en este tramo del trayecto, con densidad de tráfico, obras en edificios aledaños a la carretera y un pasillo repleto de pasajeros.
Camino a Los Ramos
Pasado Beniaján, el autobús vuelve a la normalidad y los pasajeros que antes se disputaban el lugar donde agarrarse van bajando en las sucesivas paradas. «Deberían poner más autobuses para esta parte del camino, porque es un suplicio montarse en él», comenta Juan Marín, un jubilado, vecino de la pedanía de Los Ramos.
Sin embargo, poco a poco la densidad de tráfico remite y el conductor logra reducir el retraso acumulado.
Pero no todos son de la misma opinión. Carmen Sánchez, otra vecina de la pedanía, cree que están discriminados: «De Murcia hasta Los Ramos no suele haber problemas, pero de aquí hasta la capital he tardado más de una hora. No creo que sea tanta distancia». Incluso, «he llegado varias veces tarde al trabajo», añade.
Aun así, como si de un autobús británico se tratara, el conductor llega puntual al final de la línea. A las 12.30 horas ya está otra vez preparado para recoger a vecinos de Los Ramos. Nota: 4
El temido cruce del Reguerón
Los usuarios de la línea 30 lo tienen claro: el cruce del Reguerón, en la pedanía de Los Dolores, es el culpable de los retrasos para llegar a Beniaján. Las obras para la construcción de una rotonda y el importante tráfico que genera la zona obliga a que los autobuses tengan un retraso crónico, incrementado por la construcción de viviendas. «Esperamos que cuando se abra al tráfico la rotonda que conecte con Ronda Sur se reduzca la densidad de vehículos por la zona», comenta a 20 minutos el conductor del autobús de la línea 30.
Lo que piensan los viajeros
Paquita Arce. Ama de casa.
«El problema de esta línea es el tráfico que se genera, sobre todo, entre Murcia y Beniaján. Cojo este autobús para ver a mi madre y muchas veces he tenido que esperar hasta 30 minutos en la parada y he llegado tarde».
Ángeles Tomás. Esteticista.
«Pienso que muchos conductores de esta línea se creen que en lugar de personas llevan mercancías. Mi madre es una persona mayor y suelen dar fuertes frenazos. Además, una vez tuve que esperar 45 minutos en la parada».
Carmen Sánchez. Ama de casa.
«Me monto en este autobús cada vez que tengo que ir al médico. En general, yo no he tenido problemas, aunque reconozco que a veces va demasiado lleno de gente. Creo que Latbus debería de poner más autocares».
Línea 30. Recorrido: Murcia-Beniaján-Los Ramos. Horario: Los autobuses pasan con una frecuencia de 30 minutos por cada parada. De lunes a sábados, los autocares empiezan a las 7.38 horas y los últimos, a las 21.38 horas. Número de autobuses de la línea: Cuatro autocares. Retraso detectado: Se estima que el trayecto de 10 km entre Murcia y Los Ramos se recorre en una hora. En nuestro viaje, el autobús llegó puntual.
Próxima entrega: Línea 3: ronda norte
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