Algunos clásicos de la Literatura Fantástica ya olvidados

  • Un post en Lecturalia.com nos recuerda nombres clave de autores del género, en epleno auge, que dejaron de leerse.
  • Conviene releer, o leer por primera vez, sagas antiguas o poco conocidas hoy.
  • Destacan nombres como Brandon Sanderson, Steven Erikson, Hope Mirrlees o Charles Kingsley.
Imagen subacuática de la londinense Zena Holloway que ilustra una edición especial de 'Los niños del agua', novela fantástica escrita en 1863 por Charles Kingsley.
Imagen subacuática de la londinense Zena Holloway que ilustra una edición especial de 'Los niños del agua', novela fantástica escrita en 1863 por Charles Kingsley.
Zenaholloway.com
Imagen subacuática de la londinense Zena Holloway que ilustra una edición especial de 'Los niños del agua', novela fantástica escrita en 1863 por Charles Kingsley.

Hubo vida antes de Tolkien. La literatura fantástica vive estos días una edad de oro tras décadas en las que incluso se hacía complicado conseguir títulos que no fueran parte de grandes sagas interminables de calidad más que dudosa, cuenta Alfredo Álamo en el blog de Lecturalia.com.

El auge y el tirón que supuso el estreno de El señor de los anillos, además del esfuerzo de muchos editores por descubrir nuevos horizontes, nos ha traído la publicación de series como la de Geralt de Rivia, Canción de Hielo y Fuego o las aventuras de Kvothe.

Ahora que las grandes editoriales pugnan por sacar las mejores y más conocidas series y libros fantásticos, hay que echar un ojo a los libros de Brandon Sanderson y a los de Steven Erikson, por ejemplo, no estaría de más que se mirara a los clásicos de la fantasía que nos hemos perdido, más allá de reeditar los libros de Michael Moorcock.

Así que no está de más recordar algunos títulos fundamentales del género fantástico y que o bien no son reeditados desde hace décadas o bien es necesario destacar para el gran público, ya que son obras antiguas y poco conocidas.

La 'alta fantasía' de Mirrlees

Un gran ejemplo de esto lo tenemos en Entrebrumas, de Hope Mirrlees, publicada originalmente en 1926. Es una obra de lo que podríamos llamar 'alta fantasía' pero peculiar en cuanto a los temas que trata, siendo anterior a cualquier convención o lugar común de la fantasía. Editada por Minotauro en 2005, Entrebrumas es más que recomendable para los que estén interesados en la génesis del género.

Los niños del agua, de Charles Kingsley, se publicó en 1863 y pese a su apariencia infantil nos encontramos una narración apta para todos los públicos.

La presentación del mundo fantástico creado por Kingsley iguala a la posterior Alicia en el país de las maravillas. Un clásico poco conocido que al quedar libre de derechos ha sido recuperado tanto en ediciones de bolsillo como en la especial de Rey Lear con las ilustraciones de Linley Sambourne.

Otros títulos imprescindibles

Una de las editoriales que suele rescatar este tipo de libros es Valdemar. Un gran ejemplo lo tenemos en La casa en el confín de la tierra (1908), cuento de William Hope Hodgson que une fantasía y terror en un ejercicio de imaginación que ya quisiera más de uno de los actuales superventas del género.

La serpiente Uróboros es otro de los títulos rescatados por Minotauro. Originalmente escrito por E.R. Eddison en 1922 lo tiene todo, desde el encanto naive de situar la acción en Mercurio hasta batallas épicas, seres mitológicos y un viaje maravilloso a través de reinos fantásticos. Un libro de gran influencia durante décadas y hoy casi olvidado.

Difíciles de encontrar

El bosque del fin del mundo, de William Morris es una pequeña joya que transmite la personalidad de su autor, artesano, arquitecto, especialista en arte medieval y muy activo políticamente dentro de los primeros movimientos socialistas. El bosque del fin del mundo fue publicado por última vez en 1990 por Miraguano, así que no es muy fácil de encontrar.

Un poco posterior a estas novelas, pero igual de difícil de encontrar, pese a la reedición en 2004 de Minotauro, es la trilogía de Gormenghast, de Mervyn Peake, una obra escrita con un lenguaje preciosista y una historia llena de conjuras, traiciones y seres abominables.

Por último, La hija del rey del país de los elfos, escrita por Lord Dunsany en 1924 y que por fortuna ha sido reeditada este mismo año por Alfabia. El estilo del escritor irlandés en su máximo esplendor en una obra que influyó claramente a escritores como Tolkien, Lewis o Lovecraft. Dunsany es un escritor a descubrir si estás dispuesto a disfrutar de su sentido de la maravilla.

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