El PSIB advierte que "arrinconar" a la policía de proximidad en Palma provocará más problemas sociales

Han pasado de aproximadamente 330 policías de barrio a poco más de un centenar
El Regidor Socialista En Palma Antonio Donaire
El Regidor Socialista En Palma Antonio Donaire
EUROPA PRESS
El Regidor Socialista En Palma Antonio Donaire

El PSIB advierte que "arrinconar" a la policía de proximidad en Palma provocará más problemas sociales, de forma que ha criticado la gestión del actual equipo de Gobierno municipal que ha reducido esta plantilla de aproximadamente 330 agentes a poco más de un centenar.

El regidor socialista Antonio Donaire ha afirmado en una rueda de prensa que el alcalde de Palma, Mateu Isern, "no ha puesto ningún policía más en la calle", sino que ha derivado a los policías de proximidad a nuevas unidades, que realizan labores reactivas en lugar de solucionar los problemas de convivencia en los barrios de la capital.

Este "desmantelamiento" de los policías de barrio, que en el casco antiguo de Palma han pasado de 14 a 4, supone "renunciar a la mayor fuente de información que tienen los policías locales y la estructura municipal", ha asegurado Donaire, señalando que más del 85 por ciento del trabajo que se demanda a la Policía Local "tiene que ver con la policía de proximidad".

Por ello, el grupo socialista pide al PP que "detenga esta sangría" y que deje de trasladar a estos agentes a nuevas unidades con funciones distintas. Además, reclaman que el colectivo "vuelva a tener el protagonismo de hace dos años", ha apuntado Donaire.

Los socialistas apoyan la creación de nuevas unidades policiales, como la Unidad de Seguridad Integral (USEI) o la Unidad Canina (UCAN), ambas dependientes de la Policía Local de Palma, pero "no a costa de la policía de proximidad", que, según Donaire, "pasará de ser arrinconada a prácticamente residual", ya que está "a un paso de que se les retire de la calle".

El modelo de isern "no es la solución"

Los socialistas aseguran que el modelo de Isern "no es la solución", de modo que apuestan por conjugar "el trabajo de información y conocimiento que desempeña la policía de proximidad con el trabajo más reactivo que ahora está potenciando el Gobierno municipal".

Así, piden un "equilibrio" sin eliminar a los policías de barrio, esenciales para que "los problemas no sean reactivos sino meros problemas". De lo contrario, la policía reactiva estará "desbordada", según Donaire, quien la ha comparado con la aspirina, pues "una vez se va el efecto, vuelven los síntomas".

La policía de barrio desempeña funciones para todas las áreas del municipio. Así, se encarga de saber el estado en que se encuentran los equipamientos de la ciudad (infraestructuras), de determinar los focos de marginalidad (servicios sociales), del control de los permisos de obra (urbanismo) y, entre otros, de la vigilancia de la ocupación del espacio público, trabajo que ahora desempeñará una nueva unidad.

Donaire ha resaltado la labor de mediación de este colectivo policial, sobre todo, en los problemas del día a día en los barrios de Palma. Así, ha puesto de ejemplo los relacionados con la plaza París, la plaza Fleming o Sa Gerreria, referentes a problemas de suciedad, microbotellón o marginalidad.

En este sentido, el regidor socialista considera que no es necesario aumentar el número de policías, sino que bastaría con recuperar el 60 por ciento de policías de barrio que el Gobierno municipal ha derivado a otras unidades.

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