La producción de cultivos herbáceos en esta última campaña en Córdoba se ha caracterizado por la disminución de la superficie de herbáceos de primavera en secano, principalmente girasol, así como de la producción de cereales de invierno, a pesar de que la superficie está dentro de la media de los últimos años. En cuanto a los cultivos de verano en regadío, destaca el aumento de la superficie de maíz a casi el doble de los últimos años, mientras que se mantiene la de algodón.

Así lo ha destacado en un comunicado el delegado provincial de Agricultura y Pesca de la Junta, Francisco Zurera, quien indica como motivo de esta situación "la falta de lluvia, que ha causado la mayor sequía de los últimos 70 años". Además, se han obtenido rendimientos medios en los cultivos de regadío, pero "a costa de un fuerte incremento de los gastos de riego".

Zurera ha añadido que en los secanos se ha segado para grano una pequeña proporción de la superficie sembrada, ya que los rendimientos por hectárea han sido tan bajos que apenas compensaba económicamente. Por su parte, el forraje y la paja han duplicado su valor.

En relación con la campaña de 2012, la superficie sembrada de cereales se aproxima a los valores de 2009, ya que 2010 y 2011 fueron afectados por las excesivas precipitaciones, lo que hizo que muchas tierras destinadas a cereales no pudieran sembrarse y se destinara parte de esta superficie al girasol.

En los secanos de la Campiña, la mayoría se ha cosechado para forraje. Lo que se ha recolectado para grano ha tenido rendimientos medios de 300 kilos por hectárea. En los secanos de la zona norte, los rendimientos por hectárea han sido inferiores a la media, pero no tan malos como en la Campiña, ya que a pesar de ser suelos menos fértiles, soportan mejor la sequía.

En los regadíos, la mayor parte trigos, los rendimientos son medios, pero "con unos altos costes en riego, que en algunos es casos es discutible si ha repercutido en una mayor rentabilidad del cultivo". Las precipitaciones de final de abril-primeros de mayo, cercanas a los cien litros por metro cuadrado de forma generalizada en la provincia, "fueron muy favorables tanto para el rendimiento final como para la calidad, porque cayeron en un momento crucial para la finalización del granado". A diferencia de otras campañas con sequía no ha habido restricciones de riego, puesto que había reservas hídricas suficientes.

En cuanto a la distribución de cereales por comarcas, a diferencia de otros años, la práctica totalidad del trigo duro se ha sembrado en la Campiña, mientras que el trigo blando está más repartido entre Norte y Campiña, aunque las variedades del Norte son más aptas para uso ganadero que para uso harinero. El resto de cereales de uso ganadero se cultivan principalmente en el Norte.

PRODUCCIÓN

Los datos facilitados por el delegado de Agricultura en Córdoba muestran que si se comparan las estimaciones de producción para esta campaña con la media de las cuatro anteriores, se observa que en el caso del trigo queda por debajo del 50 por ciento, especialmente el trigo duro, que podría experimentar un descenso de más de 100.000 toneladas. Algo similar ocurre en la cebada, que podría tener una merma de casi 20.000 toneladas. La avena también ha disminuido, aunque la bajada ha sido más suave.

El maíz, sin embargo, sí podría incrementar su producción en algo más de 50.000 toneladas, lo que supone un 25 por ciento más que el año anterior, y casi un 50 por ciento más que los últimos cuatro años. En el caso de leguminosas, tanto los garbanzos como las habas han visto disminuida su producción. La reducción en la superficie de girasol también ha influido en el probable descenso de su producción en más de 50.000 toneladas.

Dentro de Andalucía, Córdoba ocupa el segundo lugar en la producción de cultivos herbáceos, destacando especialmente trigo duro y blando, con un 21% y un 24% respectivamente. Le sigue el girasol, con un 15%; la avena, con un 14%, y las habas, con un 10,5%.

PRECIOS

En la evolución de los precios en el último año han influido múltiples factores, entre ellos las circunstancias meteorológicas —sequía—, a lo que se añade "un mercado muy complejo y globalizado, en el que el agricultor se ve muy limitado a la hora de negociar el precio que se va a pagar por su producto".

El precio del grano ha bajado algo durante los últimos meses. Otro tema bien distinto es la paja, que se está pagando por encima del doble, lo que "va a tener consecuencias negativas para los ganaderos, que a la difícil situación en la que se encuentran, sin pastos, se añade ahora la subida del precio de los piensos y forrajes".

El precio medio actual del trigo se sitúa en torno a los 234,67 euros por tonelada. En esta campaña la cotización está siendo bastante estable, al igual que en la campaña 2009/2010. En la campaña anterior se registraron importantes incrementos a final de campaña.

El precio del girasol en el mes de marzo estaba en 456,80 euros por tonelada —último dato recogido—. De las últimas cinco campañas, la 2011/2012 es la que ha seguido una evolución más estable, siendo la 2010/2011, al igual que en el caso del trigo, la que registró mayor variación, sobre todo en la segunda mitad de la campaña.

Campaña "pésima"

El delegado concluye que "este año hemos sufrido una campaña pésima a causa de la sequía que estamos padeciendo", de modo que "la producción no va a llegar a la mitad del año anterior, solo los cereales de invierno de regadío han tenido unos rendimientos normales, el girasol también ha tenido problemas y se ha sembrado aproximadamente el 60 por ciento de un año normal".

Respecto a los mercados, "hay bastante estabilidad, ya que dependen más de factores externos que internos. La paja sí está subiendo mucho, lo que tiene la contrapartida de que encarece el precio de la alimentación del ganado".

En Córdoba el sector de cultivos herbáceos extensivos es fundamental para la campiña. Hay 7.300 productores, 170.000 hectáreas y un valor aproximado de producción en 2011 de 140 millones de euros, de los cuales destacan los cereales, con 83 millones y el girasol, con 37.

La provincia tiene un importante potencial para producir trigos duros de muy buena calidad. En 2010 se aprobó una norma de clasificación de trigos por calidad, que es una herramienta interesante para el sector, porque permite diferenciar los precios por calidad.

El sector cerealista, como otros sectores agrícolas, adolece de atomización. El delegado apuesta por la concentración de la oferta a través de grupos cooperativos de mayor dimensión.

Reforma de la pac

Por otra parte, el delegado alude a la reforma de la PAC, en la que "Andalucía tiene una posición clara, firme y de consenso", con el fin de "demandar una PAC con presupuesto suficiente y mecanismos adecuados para que nuestros agricultores y ganaderos puedan vivir de su explotación, recibiendo un precio justo por sus productos".

Entre las medidas concretas, Zurera apunta el mantenimiento del nivel de ayudas directas, tener en cuenta aquellos sectores que aportan riqueza y empleo, como el olivar, y poner en marcha mecanismos de mercado eficaces, capaces de reducir el impacto de una crisis como la que estamos viviendo. Igualmente, evitaría episodios de volatilidad en los precios de productos básicos, como los cereales, y crisis alimentarias, como la que se produjo en 2008.