En su última visita al Auditorio, para presentar el disco Lágrimas negras, junto con el cantaor flamenco Diego El Cigala, el genial y longevo pianista cubano Bebo Valdés bordó una actuación que hizo ponerse en pie a una abarrotada sala Mozart.

Los espectadores brindaron al pianista una ovación de más de diez minutos, y es muy probable que esa misma escena se repita mañana en la sala Multiusos, donde el pianista cubano ofrecerá un concierto acompañado por su hijo Chucho Valdés, otro virtuoso del piano, y su hija Maira Caridad Valdés, a la voz.

Será un gran concierto, sin duda, porque al virtuosismo del padre hay que sumar el del hijo. Porque Bebo no tiene más que palabras de elogio para su vástago, tal y como demostró en declaraciones para 20 minutos:  «Chucho es mucho mejor músico que yo –afirma Bebo– porque es el pianista más completo que conozco».

En cuanto al concierto que ofrecerán mañana, Bebo afirma que es «un recital especial». «Tocaremos a dos pianos –apunta Bebo– e interpretaremos un programa compuesto por temas de música cubana, española, de jazz e incluso de música clásica».

Como anécdota de su anterior paso por Zaragoza, hay que destacar que Bebo guarda un recuerdo muy especial de la ciudad: «Salí a la calle a las dos o las tres de la mañana, después del concierto, y me impresionó ver el buen ambiente que reinaba en sus calles. Había muchos jóvenes y no vi ningún altercado, ni riñas ni nada, y eso es muy bonito».

* Sala Multiusos del Auditorio. S, a las 21 horas. Entradas en cajeros CAI: 29 y 31 euros. En taquilla: 33.

Bebo y Chucho, unidos gracias a Trueba

Bebo Valdés vivió un emotivo reencuentro, humano y musical, durante la grabación del filme Calle 54, del cineasta español Fernando Trueba. Habían pasado más de 18 años sin que padre e hijo se viesen, y a raíz de entonces iniciaron un proyecto musical conjunto al que se unió Maira Caridad Valdés, su otra hija y acompañante habitual de Chucho.