Se les acusa de agredir y vejar a otro menor.

Estos supuestos hechos, según se informó desde la Jefatura Superior de Policía en Andalucía Occidental, fueron denunciados por el padre del menor el 30 de agosto pasado al enterarse, casualmente, de las vejaciones a las que habían sometido a su hijo en el mes de junio y que éste lo había ocultado por temor a las represalias de sus agresores.

Los hechos ocurrieron cuando la víctima se encontraba con unos conocidos en la calle y, de repente, un menor ajeno a su círculo, que también se encontraba allí con su pandilla, le propinó una patada en la cara al mismo tiempo que le agarró violentamente por el cuello obligándole a pedir perdón a sus "colegas".

Una vez finalizada la agresión, el menor fue obligado a orinarse en el pantalón como condición para soltarle y dejarle irse, por lo que ante las amenazas, la víctima tuvo de realizar dicho acto vejatorio, abandonando posteriormente el lugar en compañía de uno de sus amigos para dirigirse a un bar para asearse.

Al mismo tiempo, una de las niñas presente en ese momento grababa todo lo ocurrido con su teléfono móvil, imágenes que después se difundieron a través del 'Messenger', a través de Internet.

El joven esperó a que se secaran sus ropas antes de dirigirse a su domicilio a fin de que sus padres no se enteraran por el temor de que llegara a oídos de sus agresores y repitieran con él los mismos actos.

Investigación

Los agentes, en el transcurso de su investigación, consiguieron el vídeo en el que aparecía la filmación de los hechos y, a través del mismo, iniciaron las gestiones que dieron como resultado la identificación y posterior detención tanto de la menor que grabó los hechos como del menor presunto autor de los mismos.

Estos resultaron ser la menor E.S.M., de 15 años, que llevó a cabo la grabación y, tras prestar declaración en dependencias policiales, fue puesta en libertad y entregada a su padre; también, M.L.M., de 16 años, quien fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores como supuesto autor de la agresión.

Ambos carecen de antecedentes policiales.