Un 34 por ciento de los aragoneses necesita más de una semana para desconectar del trabajo en vacaciones, lo que le sitúa 15 puntos porcentuales por debajo de la muestra realizada por la compañía a nivel nacional (38 por ciento), según los datos de un informe realizado por Randstad.

El 23 por ciento de los aragoneses reconoce además que tiene dificultades para desconectar durante la temporada estival. El perfil del profesional que presentan una mayor dificultad para desconectar es una persona con estudios universitarios y con una edad comprendida entre 25 y 34 años.

Un factor determinante para establecer esta conclusión son los canales de comunicación. El teléfono, en un 63 por ciento, se ha convertido a nivel nacional en el canal comunicación más usado por las personas que mantienen el contacto con su empresa durante los días de descanso, mientras que el correo electrónico se convierte en la segunda opción más utilizada, con un 20 por ciento.

La encuesta elaborada por Randstad también analiza esta percepción desde diferentes parámetros a nivel nacional. A las mujeres, 39 por ciento, les cuesta desconectar más que a los hombres, 34 por ciento, pero para ambos el teléfono es la herramienta más utilizada para seguir en contacto con la empresa y con todo lo relacionado con su trabajo.

Por edad

Por grupos de edad, los trabajadores de entre 25 y 34 años son los que menos desconectan de su trabajo durante el verano, 39 por ciento, seguido por los profesionales con edades comprendidas entre 35 y 44 años, 38 por ciento, y de los mayores de 45 años, 33 por ciento.

En el lado opuesto de la balanza, se sitúan los jóvenes que se encuentran en la horquilla que va de los 18 a los 24 años, que en su mayoría se encuentran en su primer empleo, y que sólo admiten esta posibilidad dos de cada diez de los encuestados, 27 por ciento.

El perfil formativo también establece diferencias a nivel nacional. Los profesionales con título universitario (47 por ciento) son los que menos desconectan durante las vacaciones de su empleo, seguido de aquellos que cuentan con un nivel educativo de Formación Profesional (40 por ciento), Bachillerato (36 por ciento) y EGB-ESO (28 por ciento). Es decir, a mayor nivel formativo, más difícil resulta desconectar del trabajo.