La pólvora lleva esparciéndose desde hace muchos años y la bomba explosionó hace tan solo un mes en el Reino Unido, con la condena a Barclays a pagar una multa de 363 millones de euros por manipular el Libor (el euríbor inglés) para dar la impresión de que la entidad no tenía problemas de liquidez.

Desde entonces, la sombra de la sospecha se ha instalado en un índice hipotecario que mantiene en vilo a millones de españoles: el euribor.

Consumidores, particulares, asociaciones como el 15-M o expertos y profesionales del sector financiero exigen que se abran las cortinas de una tasa cuyo cálculo está entredicho.

El mismo expresidente del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, ya apostó en su momento porque se calculara en función de operaciones reales y no de estimaciones. Y el movimiento más reciente es de la Comisión Europea, que ha propuesto penas de cárcel para los responsables de la manipulación de los índices financieros.

Es el índice que marca el tipo de interés medio al que se prestan dinero entre sí las distintas entidades bancarias europeas. Está presente en más del 80% de las 18 millones de hipotecas (las de tipo variable) firmadas en España.

El valor del euribor lo hace público una empresa privada (Thomson Reuters), con la supervisión posterior de la Federación de Banca Europea (EBF-Euribor), que recopila los datos diarios de 44 bancos, entre ellos cuatro españoles. Por tanto, el Banco de España no interviene, solo publica las cifras que le llegan.

Para las hipotecas firmadas antes del año 2000, se utiliza el Mibor. En la actualidad, funcionan otros índices, como IRPH o CECA, y se acaba de implantar el IRS, que publica la agencia de noticias Bloomberg y calcula la media del mercado de futuros a cinco años vista.

"Al final nos quedaremos, como en otros países de Europa, con un índice hipotecario casi unificado", explica Ángel Yagüe, coordinador del Instituto Andaluz de Estudios Financieros, quien cree que el IRS sustituirá al euribor y los índices de las cajas de ahorros desaparecerán con las transformación de sistema financiero.

Los pioneros son dos abogados sevillanos ligados al 15-M. Francisco Jurado y Juan Moreno sostienen que su elaboración no se basa en movimientos reales entre los bancos y animan a que los particulares pidan información a su banco y denuncien la situación. Pero no es brindis al sol, han abierto una web para informar y asesorar y han pedido datos concretos a todos los estamentos que confeccionan o publican el índice español de referencia.

"Hemos solicitado las operaciones que se han producido desde 2007 desde esos bancos, cuál es la cantidad de dinero que se han intercambiado entre ellos y a qué tipo de interés. Pero no hay nadie que nos haya respondido. Nos están dando largas porque esos datos no existen y tenemos la confirmación con el escándalo del Libor", remata Jurado.

Los dos abogados están preparando en la actualidad modelos de denuncia que colgarán en la web para que "los afectados puedan descargárselo y rellenarlo, y con su abogado acudir a los juzgados para impugnar los intereses.

Yagüe describe que "no es un índice totalmente trasparente" y que, "además de que no se basa en operaciones reales, tiene una alteración, porque el ciudadano acaba sufriendo, por ejemplo, las dificultades de acceso a liquidez de las entidades financieras". Por ello, "al igual que existe un interés real del dinero, se debería publicar un tipo oficial hipotecario que estuviera alejado de los lobbys bancarios. Y aun así, también estaría sometido a presiones, porque en el fondo todo es un oligopolio, que aumentará conforme la concentración bancaria vaya creciendo", resume.

Por su parte, Juan Torres, catedrático del departamento de Análisis Económico y Economía Política de la Universidad de Sevilla, se muestra tajante: "El euribor no responde a lo que legalmente tiene que responder: a las transacciones entre los bancos. Si no hay transacciones, no puede haber euribor y si éste aparece, es que está manipulado. Para Torres cada día es más evidente que "la manipulación, las estafas y las malas prácticas alcanzan niveles siderales. Y hay que aclarar todo, porque el coste que supone para las familias es millonario y escandaloso".