Las farmacias de las provincias de Alicante y Castellón deciden en la mañana de este lunes si suspenden el cierre patronal convocado para protestar por los impagos de la Generalitat —como ya han hecho los establecimientos de Valencia a la espera de que el Consell cumpla su previsión de abonarles una mensualidad antes de que de acabe este mes de julio— o, por si el contrario, mantienen el paro.

Los boticarios de Valencia decidieron el pasado viernes anular el cierre patronal indefinido tras haber expresado el Gobierno valenciano que su previsión es pagar antes de que acabe el mes de julio una mensualidad y que, cuando estén incluidos en el mecanismo de liquidez autonómica —que ya ha solicitado la autonomía—, ir haciendo frente progresivamente a toda la deuda.

De esta manera, los profesionales valencianos se desmarcaron de la medida de protesta anunciada y adoptada en un principio por las tres instituciones provinciales.

Por su parte, los farmacéuticos de Castellón han comenzado ya a estas horas una asamblea en la que deben decidir si mantiene o no la huelga, han confirmado a Europa Press fuentes del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón (Cofcs). También los profesionales de Alicante han fijado para las 11.00 horas una asamblea con igual orden del día.

La dirección general de Farmacia y Productos Sanitarios de la Conselleria de Sanitat ha establecido servicios mínimos del 21% de las oficinas de la Comunitat Valenciana, lo que supone que 172 de Alicante y 58 de la provincia de Castellón permanecerán abiertas.