Sacristán defiende la formación interuniversitaria ante un mapa de titulaciones con un ahorro "discutible" a corto plazo

Reconoce que la calidad se resentirá debido a las medidas de ajuste y aboga por la formación permanente y una mayor colaboración con pymes
El rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán.
El rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán.
EUROPA PRESS
El rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán.

El rector de la Universidad de Valladolid (UVA), Marcos Sacristán, ha defendido la formación interuniversitaria como herramienta a desarrollar ante la configuración del nuevo mapa de titulaciones en que trabaja la Comunidad, que a su juicio conllevará un ahorro "discutible" a corto plazo.

En una entrevista concedida a Europa Press el rector, quien ha aclarado que el de la Comunidad será un sistema "completo" en el que no se eliminarán titulaciones, ha explicado que hasta el momento la Junta y las universidades han realizado un análisis de las duplicidades y de los recursos humanos y que la que se afronta desde este momento es una labor "muy compleja y de reparto equitativo": la distribución de las titulaciones.

El objetivo radica en "reunir el profesorado y los medios en núcleos donde el esfuerzo sea más rentable para el sistema universitario" y para alcanzarlo habrá que hacer concesiones y renuncias, obligación ante la que Sacristán trasladó su "mejor disponibilidad" pero, matizó, siempre manteniendo la defensa de los intereses de cada institución.

El equilibrio al que se busca llegar, que exige "generosidad", se traducirá en una obligatoria movilidad de los profesores —la desaparición de titulaciones en determinadas universidades conllevará su traslado a aquellas donde se mantengan—, lo que obligará a habilitar medios normativos y económicos para los docentes y también para los estudiantes, que en determinados casos tendrán que desplazarse para cursar títulos que antes se impartían en sus ciudades.

Ante esta nueva realidad, que para Sacristán conllevará un ahorro "discutible" a corto plazo y real en el medio plazo en función del grado de adaptación del profesorado —"ellos lo entienden perfectamente: ven complejidad y quieren que se haga con mucha prudencia"—, se hace necesaria la potenciación de cursos y grados interuniversitarios aprovechando las nuevas tecnologías, que pueden "aliviar o abaratar" parte de los obligatorios desplazamientos.

La acción interuniversitaria en grados y másteres será, en su opinión, una de las medidas que ayudará a resolver los "conflictos de intereses" que aflorarán en las negociaciones para el diseño del nuevo mapa y que se materializará en titulaciones compartidas a crear durante la negociación, que se regirá por un principio de "racionalidad y equilibrio" para el conjunto del sistema.

"No tenemos prejuicios ni partimos de planteamientos dogmáticos; nuestro juicio para quedarnos con una determinada titulación puede verse alterado por la compensación que se obtenga y que quizá no se haya visto. (...) Más que optar por este título o el otro queremos una solución de equilibrio y de rentabilidad para el conjunto del sistema", ha recalcado.

La calidad, "RESENTIDA"

Como ya había avanzado, la Universidad de Valladolid tendrá que prescindir de la mitad de los profesores asociados durante todo el curso 2012/2013 aunque no se descarta que en el segundo semestre, cuando el panorama esté "más claro", se pueda reincorporar a los docentes necesarios.

Tanto los profesores como el personal de administración y servicios (PAS) son conscientes de la situación aunque en el caso del primero de los colectivos, el rector cree que "van comprendiendo" unas medidas que "cuesta entender" ya que conllevan, además de afección a los derechos, consecuencias sobre la "estructura ideal" de una universidad.

La gravedad de la situación, que exige a los gestores una labor de "transparencia y pedagogía" a desarrollar "con criterio y justicia", conllevará transvase de docentes de unas áreas a otras siempre que sean afines, aspecto que Sacristán ya consideraba complejo hace un año por el modo en que el profesorado iba a entenderlo.

Con convencimiento pero sin "imposición", el equipo rectoral reestructura el organigrama docente rechazando la movilidad entre áreas que no sean afines y con el reconocimiento de que, en cualquier caso, el proceso conlleva una "inevitable" pérdida de calidad que será, a su juicio, proporcional a la "generosidad" y "conciencia" de todos los miembros de la comunidad universitaria.

"Las condiciones económicas no nos permiten dar el rendimiento óptimo y si seguimos por este camino pondremos en serio peligro las universidades", ha advertido antes de recalcar que la toma de decisiones debe acompañarse de tiempo, que será también el que determine si finalmente la tasa de matriculación para el curso que viene es igual de "alentadora" que la de preinscripción.

Tras apostar por la prudencia a la espera de que el interés inicial de los alumnos por la UVA se traduzca en matriculaciones y éstas en número de créditos, lo que serviría de aval a la hora de tomar decisiones en determinadas negociaciones, el rector de la Universidad de Valladolid ha reconocido la necesidad de realizar una "labor pedagógica" que ayude a comprender que "más allá de aficiones y vocaciones", hay que ser conscientes de las necesidades de la sociedad.

En este sentido, se ha referido a situaciones "paradójicas" como que las preinscripciones se concentren en titulaciones como Arquitectura, que tiene una capacidad de empleo "limitada". "Hay que ser responsable y no ampliar la oferta donde creemos que no hay demanda y hay que poner de relieve a los estudiantes las alternativas más necesarias aunque no coincidan con su vocación", ha destacado.

En su opinión, la docencia y la preparación para desempeñar una profesión deben de mantener una formación "general y básica" que haga a las personas "adaptables al cambio" en una sociedad en la que las opciones profesionales no serán "para toda la vida".

"Nuestra formación tiene que ser básica, amplia, accesible y adaptable para que se complete después con cursos de formación permanente que permitan la mayor calificación, la recalificación de personas que tienen que haber recibido de la Universidad los conocimientos básicos para poder aprovechar en cursos cortos esas necesidades de adaptar lo que ya conocen a las nuevas necesidades", ha concluido.

Mayor colaboración con pyme

Marcos Sacristán, quien ha considerado que la Consejería de Educación debería de apoyar e incentivar gestiones como la de la Universidad de Valladolid, que pese a no tener déficit ni haber tenido que recibir ayuda para compensar cuentas negativas está sometida a las mismas medidas de ajuste que las otras tres instituciones académicas públicas, ha apuntado a la "necesaria" colaboración con el mundo empresarial reconociendo, sin embargo, que "todos" fallan en este terreno.

La importancia de esta labor, que a su juicio requiere de más esfuerzo por las dos partes, hace que se muestre dispuesto "no sólo a estudiar la realidad para ver las necesidades y acomodar la enseñanza y la investigación" sino también a recibir sugerencias por parte del empresariado, punto en el que valoró el papel de la formación permanente.

Tras recordar el convenio rubricado con Renault España para impartir con sus técnicos cursos de adaptación a las necesidades de la empresa, el rector ha manifestado que este trabajo conjunto debería de hacerse extensivo a las pequeñas y medianas empresas y que sería recomendable crear títulos no permanentes para atender necesidades de formación concretas en cada momento.

La Estrategia Universidad-Empresa ha dado buenos resultados, según Sacristán, quien no obstante cree que la Universidad tiene la sensación "de no ser bien comprendida" en el esfuerzo que hace en este sentido. "El problema del empleo lo tenemos en Castilla y León y en España y se quejan de que los licenciados se tienen que marchar pero lo hacen porque no tienen empleo, no porque no estén bien preparados", matiza Sacristán.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento