La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha condenado a un global de 30 años de prisión a los tres jóvenes que mataron en mayo de 2009 a un camarero de 25 años, Jonatan G.I, en la zona de Las Llanas de la capital burgalesa después de que éste se negara a darles un cigarrillo.

El TSJCyL dobla así la pena impuesta por la Audiencia Provincial de Burgos a Héctor E.R, David P.C. y Sergio A.P, a quienes condena por delito de homicidio tras el recurso presentado por las acusaciones.

Así, la Sala acoge la calificación mantenida por el Ministerio Fiscal en su recurso y fija diez años de prisión —frente a los doce que pedía la acusación pública— al entender que los autores eran conscientes de la posibilidad de que se produjera una caída mortal como consecuencia de los repetidos golpes que le propinaron, a pesar de lo cual siguieron golpeándoles, sin importarles el resultado, acción que integra un delito de homicidio doloso.

De esta forma, se rechaza la tesis de la acusación particular, que calificó los hechos como asesinato con alevosía y solicitó la imposición de una pena de 20 años de prisión.

Por otro lado, también se eleva a veinte años —el doble de lo establecido en el fallo de la Audiencia— la prohibición de aproximarse a los familiares del fallecido o a sus domicilios y centros de trabajo o estudio, en una distancia inferior a los 300 metros.

Además, se confirma la sentencia del jurado en relación con el resto de sus pronunciamientos relativos a la apreciación de las circunstancias modificativas —la agravante de abuso de autoridad y la atenuante de embriaguez para los tres— y añade una atenuante de discapacidad leve en el caso de Héctor E.R, aunque no afecta a la pena impuesta.

La sentencia actual revoca la de la Audiencia de Burgos, que impuso cinco años de prisión a cada uno de los culpables tras el veredicto del jurado popular, que consideró no probada la participación en los hechos del joven Jairo L.S. y, por contra, halló a los otros tres procesados, Héctor E.R, David P.C y Sergio A.P, autores de un delito de lesiones dolosas, en concurso ideal con un delito de homicidio imprudente, con la agravante de abuso de superioridad y la atenuante analógica de embriaguez.

El fallo del TSJCyL mantiene inalterables las cuantías por responsabilidad civil que los condenados habrán de abonar que, de forma conjunta y solidaria, suponen indemnizaciones que suman casi 400.000 euros, de ellos 40.000 para la madre, 250.000 para la esposa del fallecido y 100.000 para el hijo de ambos.

Los hechos se remontan a la madrugada del 10 de mayo de 2009, fecha en la que la víctima, Jonatan G.I, de 25 años, camarero, casado y con un hijo de dos años, coincidió con sus agresores en el túnel que separa La Llana de Adentro de la Llana de Afuera de Burgos, momento en el que uno de los condenados, Sergio A.P, le pidió un cigarrillo que el primero no le dio.

A la negativa del fallecido siguió el insulto de 'hijo de puta' proferido por una persona no identificada que también se encontraba dentro del túnel. Minutos después la víctima y los acusados volvieron a coincidir en el mismo escenario, y fue entonces cuando Jonatan aprovechó para recriminar el insulto y preguntar la identidad del autor.

Golpes en la cabeza

A partir de ese momento se inició una violenta discusión en la que el insultado comenzó a recibir puñetazos que le hicieron caer al suelo, pese a lo cual fue capaz de levantarse y huir, todavía seguido por sus agresores, hasta llegar al centro de la Plaza de la Llana de Afuera, donde fue nuevamente alcanzado y golpeado, con la particularidad de que buena parte de los impactos los recibió en la cabeza.

Ante ello, Jonatan intentó pedir auxilio en el Pub 7.70, sito en la Llana de Afuera, y ubicado a unos once metros a la derecha de la salida del túnel que comunica la Llana de Adentro con la Llana de Afuera, pero fue perseguido por los agresores, quienes siguieron propinándole puñetazos y patadas.

Pese a llegar a las puertas del referido pub, el joven no logró zafarse de sus perseguidores, quienes no cesaron de golpearle en la cara, ante lo cual la víctima cayó de espaldas y se golpeó mortalmente la cabeza con el suelo. Incluso tendido ya en el suelo, el joven recibió al menos una patada en la cabeza.