Los partidos se unen frente al PP

En un acto casi insólito, todos los grupos del Congreso se aliaron ayer contra el Partido Popular para evitar que «contamine los debates sobre el 11-M». Zaplana califica esta estrategia de «bastarda» y advierte de que no se callarán.
Los siete grupos políticos que se han unido frente al PP. (Fernando Alvarado / Efe).
Los siete grupos políticos que se han unido frente al PP. (Fernando Alvarado / Efe).
Los siete grupos políticos que se han unido frente al PP. (Fernando Alvarado / Efe).

Todos contra el PP. Una vez más. Ya ocurrió en la comisión parlamentaria que investigó el 11-M, cuando todos los partidos, excepto el PP, dieron por buenas sus conclusiones. Y ya ocurrió cuando todos los partidos se opusieron a reabrir esta comisión, tal y como pidió el PP en varias ocasiones.

Ahora, el 11-M vuelve a dejar solos a los populares contra un frente común, en un acto político sin precedentes. El martes, todos los grupos del Congreso plantaron al PP y se negaron a subir a la tribuna, rechazando las teorías conspirativas sobre los atentados que defienden los populares y que tratan de «emponzoñar», según el PSOE, la investigación judicial.

Ayer, en una rueda de prensa conjunta, algo casi inédito en el Congreso, todos los partidos políticos anunciaron que bloquearán cualquier iniciativa del PP que «pretenda desprestigiar las instituciones del estado de derecho, como son las actuaciones de policías y jueces». Las formaciones parlamentarias quieren evitar así que el PP siga «contaminando los debates sobre el 11-M».

PP: «Estrategia bastarda»

El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, calificó de «estrategia bastarda» la postura adoptada por PSOE, IU, CiU, PNV, CC, ERC y Grupo Mixto contra su grupo. «El objetivo es que el PP se calle», aseguró Zaplana.

Los populares volvieron a insistir ayer en que se investiguen, a su juicio, «las contradicciones que existen» en torno al 11-M. El PP acusa al Gobierno de ser «responsable de informes falsos, de ocultación de pruebas y de todo tipo de obstáculos a la actuación judicial».

El resto de los partidos sugirieron al PP que, «si tiene pruebas de sus sospechas, las entregue a la justicia».

Piqué se desmarca otra vez de su partido y lo critica sobre el 11-M

El presidente del PP en Cataluña, Josep Piqué, ha vuelto a poner la nota discordante en su partido. En unas declaraciones a TVE, Piqué aseguró ayer que el PP no puede hacer de la investigación del 11-M «el eje central de su actuación en el Congreso, no si queremos ser alternativa de Gobierno». También añadió que su partido «no puede dar pábulo» a las declaraciones de determinados personajes, como el confidente Lavandera o el procesado Trashorras.

Piqué se ha desviado en varias ocasiones de la línea marcada por la dirección del PP. En julio de 2005 provocó un terremoto cuando situó a Acebes y Zaplana, la línea más dura del partido, «en una etapa muy concreta que nos identifica con el pasado». En aquella ocasión llegó incluso a poner su cargo a disposición del partido. En enero, Piqué volvió a amagar con su dimisión por sus diferencias con la cúpula del partido sobre el Estatuto catalán. Zaplana contestó ayer a Piqué afirmando que «jamás haremos del 11-M el eje central de nuestra labor».

LAS FRASES

Es un aldabonazo contra la política del PP», Diego López Garrido (PSOE).

«Pararemos los pies a su política tóxica», Gaspar Llamazares (IU).

«El PP persigue una falacia, su actuación roza el delito», Emilio Olabarria (PNV).

«No podemos hacer del Parlamento la caja de resonancia de teorías conspirativas», Jordi Jané (CIU).

«El PP es el mundo al revés», Joan Puig (ERC). l «Hay que confiar en la Policía y los jueces», Paulino Rivero (CC).

«Si tienen pruebas, que vayan al juez», Grupo Mixto.

El PP se desgasta

Fernando Urbaneja. Analista político

Creo que la estrategia del PP, de sembrar tantas dudas en la investigación policial y judicial del 11-M, los desgasta políticamente. Habrá que estar atentos de cómo les puede repercutir en las elecciones. También creo que esta estrategia les puede crear un grave conflicto interno, ya hay voces disconformes con esta política, como la de Piqué.

Lo sorprendente de toda esta polémica es el papel del Poder Judicial, que no puede seguir sordo y ciego ante los ataques que recibe el trabajo del juez Del Olmo, encargado de la investigación de los atentados. El Poder Judicial debe investigar si estos ataques son calumnias o no. La guerra política en que se ha convertido todo este asunto se ha convertido también en una guerra de medios de comunicación. Sin olvidar que este duelo entre el PP y el resto de los partidos se va a trasladar a otros ámbitos de la vida parlamentaria, lo que va a hacer que el margen de negociación de los populares en otros asuntos sea muy estrecho.

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