Aguirre dice que desde enero bajará un punto el tramo regional del IRPF

Principal promesa de la presidenta regional en el debate sobre el estado de la comunidad. El PSOE cree que favorece a los más ricos.
Menos impuestos. Ésa fue la gran promesa en la que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, fundamentó ayer su discurso en el debate sobre el estado de la región. Aguirre anunció ayer que, a partir del 1 de enero, rebajará un punto el tramo que le corresponde al Gobierno regional del impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF).

Tras recordar que la Comunidad de Madrid ya ha eliminado en 2006 el impuesto de donaciones para el ámbito familiar, la presidenta regional garantizó que su Ejecutivo suprimirá definitivamente el impuesto de sucesiones para el entorno familiar más próximo en la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas.

La promesa de Aguirre no encontró eco en la oposición. El portavoz socialista criticó que la rebaja en el IRPF favorecerá a los más ricos y perjudicará a la mayoría porque, según sus cálculos, la Comunidad dejará de ingresar 500 millones de euros.

Fernando Marín, portavoz de IU en la Asamblea, criticó que la presidenta regional dirija su discurso «a los empresarios y la gente que le interesa, no a los ciudadanos de a pie, que no tienen mucho interés para ella».

Más promesas

Sanidad: Aguirre dijo que impulsará «medidas jurídicas» para que los ciudadanos puedan obtener una segunda opinión médica y elegir al facultativo de atención primaria y el hospital en el que desean ser intervenidos.

Vivienda: La presidenta prometió que pondrá en marcha una «línea de actuación para instalar ascensores en los edificios antiguos que técnicamente lo permitan», con el 70% del coste sufragado por la Comunidad.

Sequía: La Comunidad pondrá en marcha, de forma «inmediata» según Aguirre, un plan de recarga de acuíferos y el uso de estaciones depuradoras, en lugar de agua potable, para el riego de zonas agrícolas.

Otra salida hacia Levante

La presidenta regional, Esperanza Aguirre, anunció ayer que construirá una nueva autopista de peaje hacia las provincias de Levante para descongestionar la A-3, que une Valencia con la capital española. La carretera, que se llamará M-33, irá desde el kilómetro 33 de la A-3, desde Arganda del Rey, hasta los límites de la comunidad, en Fuentidueña del Tajo. La presidenta recriminó al Ejecutivo central porque «no ha hecho nada» para ampliar la autovía a Valencia o prolongar la R-3.

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