Amorós niega haber tomado medidas que comprometieran la solvencia de la CAM

  • La ex directora general de CAM niega haber diseñado ningún producto financiero que pudiera "poner en peligro o generar riesgo para los inversores".
  • Se ha desvinculado de la orden de emitir cuotas participativas y participaciones preferentes, con las que se calcula que hay 50.000 afectados.
  • Ha dicho que su aumento de sueldo, de 350.000 € como directora adjunta, a 593.000 €, como directora general, fue decisión del consejo de administración.
La exdirectora general de la CAM María Dolores Amorós, en la Audiencia Nacional.
La exdirectora general de la CAM María Dolores Amorós, en la Audiencia Nacional.
EFE
La exdirectora general de la CAM María Dolores Amorós, en la Audiencia Nacional.

La ex directora general de la CAM María Dolores Amorós ha asegurado este viernes que no tomó ninguna medida que comprometiera la solvencia o liquidez de la entidad, ni diseñó ningún producto financiero que pudiera "poner en peligro o generar riesgo para los inversores".

Tras declarar en la Audiencia Nacional como imputada, el abogado de Amorós, Carlos Saiz, ha explicado que su representada solo fue directora general durante ocho meses y en los últimos cuatro estuvo "en todo momento supervisada por la inspección del Banco de España, que estaba "in situ" en la caja".

Además, ha explicado que en los cuatro primeros meses en el cargo tuvo delegadas sus facultades al SIP, la alianza con la que la CAM se iba a unir con Cajastur y otras dos cajas.

En cuanto a su sueldo, que rondaba los 600.000 euros anuales, y la pensión vitalicia de 360.000 euros anuales, Amorós ha explicado al juez Javier Gómez Bermúdez que no realizó ninguna modificación en su sistema retributivo y que no cobró ninguna indemnización.

Al término de la declaración, que ha durado tres horas, el abogado de la acusación popular ha asegurado a los medios que Amorós se ha desvinculado de las responsabilidades contables y de crédito de la entidad, así como de la orden de emitir cuotas participativas y participaciones preferentes, con las que se calcula que hay 50.000 afectados.

Al igual que los otros cuatro exdirectivos de la CAM acusados de delitos de estafa, societario, apropiación indebida y manipulación del precio de las cosas, Amorós ha insistido en que no tenía decisión directa sobre los polémicos préstamos en los que participaba la caja, como el crédito sindicado de 1.200 millones al proyecto inmobiliario de Polaris World.

Con respecto al incremento de su sueldo desde los 350.000 que cobraba como directora adjunta -un puesto que ostentó desde 2001 hasta 2010-, hasta los 593.000 euros que percibió posteriormente al pasar a ser directora adjunta a general, Amorós ha asegurado que fue una decisión que adoptó y ratificó el consejo de administración.

Asimismo, y según la defensa de los afectados, Amorós ha señalado varias veces durante su comparecencia al exdirector de planificación y control de la CAM Teófilo Sogorb, quien la ha acusado esta semana de haber ideado un plan para captar liquidez a través de los clientes mediante productos financieros complejos como las preferentes.

La declaración de Amorós ha estado en línea con lo que defendido en mayo en la comisión de investigación de Les Corts Valencianes sobre la intervención de la CAM, cuando negó cualquier responsabilidad en la situación de la entidad y justificó su retribución por ser la misma que la que cobraba su antecesor, Roberto López Abad.

Los administradores del FROB, encargados de gestionar la caja alicantina tras su intervención, destituyeron a Amorós al considerar que mientras estuvo al frente de la CAM buscó el beneficio propio, falseó las cuentas y realizó una gestión deficiente.

El lunes declarará como testigo en la causa, que podría cerrarse en ocho meses, según fuentes jurídicas, la auditora PwC, mientras que el jueves está previsto que lo haga López Abad.

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