Nahan Camara, la mujer malí de 24 años que salía de cuentas el mismo día en que estaba notificado su desahucio, ha recibido una noticia alentadora: el banco y dueño del piso le ha comunicado que ha pospuesto la resolución, inicialmente programada para este martes, hasta el 28 de septiembre.

Lo ha confirmado Jesús Miguel, presidente de la asociación Otro Punto de Partida (OPDP), una organización dedicada especialmente a la integración de los inmigrantes en la sociedad y a la valoración de las minorías étnicas.

"Hemos presionado mucho", afirma el también colaborador de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que asiste a Nahan y a Oumar, su marido, desde la primera tentativa de desahucio. A su juicio, la presión social ha influido significativamente en la decisión del banco, que ha llegado apenas unas horas antes de que se ejecutara el embargo y cuatro días después de que 20minutos.es se hiciera eco de la noticia.

Nahan estaba sufriendo una gran tensión ante la perspectiva de dar a luz en el mismo momento de quedarse sin casa, ha contado Jesús a 20minutos.es.

"Es un alivio para la situación inmediata, pero de fondo no arregla nada". Jesús Miguel aboga por la condonación de la deuda y un alquiler social. "Quieren una segunda oportunidad, iniciar una nueva etapa sin la obligación de arrastrar una deuda perpetua".

Además del hijo que viene en camino, Nahan tiene ya una niña de dos años. Su marido llegó hace una década a España en busca de un mejor porvenir para ambos y con la intención de formar una familia en un entorno más propicio. En 2006 compró un piso en el barrio de Entrevías junto a un amigo, que desapareció cuando se quedó sin trabajo.

Hace tiempo que Oumar está también en paro, y el subsidio que recibe no supera los 400 euros. La pareja debe a Banesto cerca de 200.000 euros, que deberá abonar a pesar de entregar la vivienda al banco. Un compromiso económico que puede durar toda la vida.