Siete años de cárcel para dos hombres por usar tarjetas falsas para realizar compras por 1.100 euros

La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la sentencia que condenó a dos hombres a siete años y nueve meses de prisión en total por utilizar tarjetas de crédito falsas con las que realizaron compras de aparatos electrónicos por más de 1.100 euros en Zaragoza y Santander.

La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la sentencia que condenó a dos hombres a siete años y nueve meses de prisión en total por utilizar tarjetas de crédito falsas con las que realizaron compras de aparatos electrónicos por más de 1.100 euros en Zaragoza y Santander.

En concreto, la sentencia, dictada por el Juzgado de lo Penal número Dos de Santander, imponía cuatro años y tres meses de cárcel a Camel Francois T.N., de 26 años y natural de Camerún, y tres años y seis meses a Serge K.K., de 35 años, de la República del Congo, a los que considera responsables de un delito de uso de tarjetas de crédito falsas en concurso con uno de estafa.

Los acusados presentaron sendos recursos de apelación alegando el primero de ellos que no existían pruebas suficientes para demostrar su autoría, y el segundo que debía reducirse la pena. La Audiencia rechaza ambos argumentos y considera que Camel T.N. está identificado de forma "plena y correcta", y confirmando que la pena de Serge K. se ajusta a lo que establece la legislación.

Se considera probado que el 8 de enero de 2011, el primero de ellos compró en un centro comercial de Zaragoza una videocámara y un televisor, por los que pago en total 466 euros con una tarjeta falsa, cuyo número impreso no se correspondía con el previamente reflejado, sino con el de otra emitida por un banco australiano a favor de una persona desconocida y distinta del acusado.

Además, con la misa tarjeta trató de adquirir un reloj por importe de 495 euros en una joyería, pero fue rehusada y tuvo que utilizar otra.

En la tarjeta con la que hizo las compras aparecía como titular el otro acusado, Serge K., cuyo documento de identidad exhibió y consignó su compañero, que hizo un garabato como firma.

Un mes más tarde, el 8 de febrero, los dos acusados se desplazaron hasta un establecimiento de electrónica situado en el centro comercial de El Alisal, en Santander, y mientras Camel Francois esperaba dentro de un vehículo en el aparcamiento para facilitar la huida de ambos, Serge K. trató de comprar una consola de videojuegos de 199 euros y un ordenador portátil de 499 euros.

Para ello, empleo dos tarjetas de crédito falsas, confeccionadas por una persona no determinada. Al llegar a la caja, primero trató de pagar con una tarjeta emitida también por un banco australiano a nombre de persona desconocida que fue rechazada por el lector del establecimiento.

Trató entonces de utilizar otra tarjeta, de igual numeración que la empleada en Zaragoza, que en principio fue aceptada, pero antes de completarse la compra la dependienta se dio cuenta de que el número aparente que figuraba en ella era distinto al grabado en la banda magnética que aparecía en el comprobante, lo que comunicó al implicado, al tiempo que anuló la operación.

El acusado intentó entonces hacerse con la tarjeta y el ticket desde la zona destinada al público, pero no pudo hacerlo, por lo que se introdujo en la reservada a los empleados y lo consiguió finalmente después de empujar al vigilante y a la cajera, huyendo precipitadamente del lugar.

Fue perseguido por el vigilante jurado, que con ayuda de un agente de la Policía Local, consiguió detenerlo; detención que fue definitiva al llegar efectivos de la Policía Nacional.

Durante su huída Serge K. intentó ir al vehículo en el que se encontraba el otro acusado, pero ante la persecución y la proximidad desistió de ello, y se dirigió hacia la carretera, arrojando las tarjetas a unos matorrales, de donde después fueron recuperadas.

Su compañero fue detenido posteriormente tras las informaciones aportadas por el agente de la Policía Local. En el coche se encontraban distintas prendas que llevaban todavía loas etiquetas del establecimiento de venta.

Serge K. se encuentra en prisión provisional por esta causa, medida acordada mediante auto de febrero de 2011.

En el juicio, los acusados, para los que su defensa pidió la absolución, aseguraron no conocerse entre sí; y mientras Serge K. reconoció los hechos ocurridos en Santander, negó haber participado en los de Zaragoza. En cuanto a Camel T., señaló que se encontraba accidentalmente en el parking de El Alisal y que desconoce la ubicación de la capital aragonesa.

No obstante, la sentencia del Juzgado de lo penal que las pruebas practicadas ponen de manifiesto la directa relación entre los acusados, su coparticipación en los hechos, y el uso de identidades según las necesidades.

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