El cuerpo sin vida del piloto del helicóptero accidentado este lunes en las inmediaciones del embalse de Forata, en la provincia de Valencia, cuando trabajaba en la extinción de incendios, ha sido localizado este martes a mediodía, según ha anunciado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Desde primera hora de la mañana de este martes un total de 63 guardias civiles, bomberos y buceadores de la UME participaban en la búsqueda del cuerpo, que se había suspendido este lunes por la noche por falta de luz. El fallecido, Jose Agustín Nieva Gómez, de 59 años, estaba casado y tenía tres hijos. Era miembro de la BRIF de Daroca (Zaragoza) y acumulaba más de 4.000 horas de vuelo y una amplia experiencia en la extinción de incendios forestales.

Tras detectar una mancha de queroseno en la superficie del agua y restos del fuselaje, finalmente se han localizado los restos del aparato a unos 16 metros de profundidad, más cerca de la presa de lo que se pensaba inicialmente. Según ha informado el ministro, la mujer y los dos hijos del piloto fallecido fueron trasladados a la zona en helicóptero y han seguido las labores de búsqueda.

Fernández Díaz y el president de la Generalitat, Alberto Fabra, se han reunido con los familiares del fallecido para trasladarles sus condolencias y también con el piloto y el copiloto de helicóptero heridos en un segundo accidente y actualmente ingresados en el hospital La Fe de Valencia.

El piloto, de 55 años, permanece ingresado en la unidad de reanimación y su pronóstico es reservado, mientras que el copiloto, de 36 años y que sufrió politraumatismos, permanece estable, según han informado fuentes del centro hospitalario.

Mientras, cerca de 300 efectivos terrestres trabajaban en la noche del lunes al martes en las labores de extinción del incendio forestal originado el pasado jueves en la localidad valenciana de Cortes de Pallás, según informaba el Centro de Coordinación de Emergencias en su cuenta de Twitter. Asimismo, al amanecer se han incorporado tres medios aéreos en el incendio de Andilla y cuatro en el de Cortes de Pallás.

El conseller de Gobernación de la Generalitat valenciana, Serafín Castellano, cifró la pasada tarde en 48.583 el número de hectáreas quemadas entre ambos siniestros. Una superficie que equivale a la de la isla de Ibiza.

En concreto, en la zona de Cortes de Pallás se han quemado 28.643 hectáreas, de las que 23.602 corresponden a matorral y otras 5.041 a arbolado, de acuerdo con la primera valoración realizada por la unidad técnica del incendio, que está ya estabilizado y sin llamas.

Según ha explicado el consejero, ese fuego "se encuentra en una buena situación, estable, sin ningún tipo de llamas" y en estos momentos "se continúa refrescando el perímetro, tanto con medios aéreos como terrestres, y atendiendo puntuales reproducciones que puedan ir surgiendo en el perímetro".

Por su parte, en el incendio registrado en Andilla, se han quemado 19.940 hectáreas, de las que 13.293 eran arbolado y 6.647 matorral, aunque Castellano ha advertido de que esa primera perimetración de la superficie afectada "estará sujeta a variación" mientras el incendio no quede igualmente estabilizado y sin llamas.

El incendio originado en la localidad valenciana de Andilla evoluciona favorablemente y no queda llama, según informa el Centro de Coordinación de Emergencias en su cuenta de Twitter.

La superficie quemada en los incendios forestales de Cortes de Pallás y Andilla, que ya están estabilizados, asciende provisionalmente a 48.500 hectáreas, y ha recordado un 'año negro' para la Comunitat Valenciana, 1994, en el que la superficie destruida por el fuego devastó más de 138.000 hectáreas en más de 750 incendios, según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente. Solo en tres de ellos se quemaron más 68.000 hectáreas de forma casi simultánea en el mes de julio.