El pleno de la Diputación de Pontevedra ha aprobado este viernes, con los votos a favor del Partido Popular y en contra de la oposición —PSdeG y BNG—, la supresión de siete patronatos, entre ellos el del Museo Provincial.

Tal y como había anunciado el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, acompañado de representantes de la cultura pontevedresa, de mecenas y de patronos del Museo Provincial, acudieron al organismo provincial para tratar de evitar que el pleno de la institución suprimiese el patronato que gestiona la entidad museística desde su fundación hace más de 100 años.

Durante el pleno, el portavoz del grupo provincial del BNG, César Mosquera, alertó de la inseguridad jurídica que se puede crear en el caso del museo, ante lo que el portavoz popular, José Manuel Figueroa, contestó que lo único que está haciendo el gobierno provincial es "simplificar la estructura administrativa". Figueroa pidió a los diputados de la oposición "que no se aferren al pasado y se adapten a los nuevos tiempos".

El presidente de la Diputación, Rafael Louzán, recordó que el pleno también eliminó los organismos autónomos de la Escola de Canteiros y Turismo Rías Baixas, así como otros entes como el ORAL, la caja de anticipos, el Ipespo y el CPAM. Medidas con la que pretende ahorrar 1,2 millones de euros anuales a las arcas provinciales.

Recibidos por ana isabel vázquez

Antes del pleno, Rafael Louzán evitó acudir a la reunión con los patronos del Museo Provincial y lo argumentó diciendo a los medios que "la agenda de la Diputación la fija su presidente y no el alcalde de Pontevedra".

La diputada provincial y presidenta ejecutiva del Museo, Ana Isabel Vázquez, fue la encargada de recibir a este grupo compuesto por el propio Fernández Lores, acompañado de José Luis Basanta, Fernando Filgueira, Ernesto Baltar, Eduardo Méndez Apenela, Xosé Fortes Bouzán y Bernardo López Abadín.

"sorpresa desagradable"

Visiblemente contrariado tras la reunión, que apenas duró 15 minutos, Miguel Anxo Fernández Lores trasladó la "sorpresa desagradable" de que el presidente no recibiera a esta representación. "Llevo tres días intentando contactar con él", afirmó.

El alcalde afirmó que no entiende como "en un museo que funciona, que tiene prestigio, se cambian las formas de gestión sin justificación ninguna".

El regidor aseguró que el consejo asesor de la entidad museística "no ha sido informado de esta decisión". "Ni siquiera el consejo rector, que no ha tenido ni la delicadeza de convocarlo", censuró.

"Esto es malo para el museo", subrayó Lores, que planteó las "dudas sobre la legalidad de algunos depósitos que están hechos con la condición de que esto sea un organismo autónomo".

Este grupo de benefactores del museo pontevedrés coincidió en que la disolución del organismo autónomo "es un paso atrás". Xosé Filgueira, hijo del que fuera ilustre director del Museo, indicó que sólo pretendían "que la decisión fuera retirada del orden del día para que se le pudiera dar otra vuelta".

"No hemos venido a tomar la Bastilla", bromeó el historiador Xosé Fortes Bouzán. "Ni una sola razón nos dio", resumió tras la reunión. "si son razones económicas las que aconsejan esta decisión se pueden adoptar otras medidas como cerrar salas antes de cambiar su forma de gestión", incidió.

"Me parece muy mal que se quiebre la voluntad de los fundadores porque si algo tiene esta institución es historia, nosotros heredamos cosas y antes de vender una herencia uno debe pensárselo bien", explicó.

Finalmente, Bernardo López Abadín, exvicepresidente de la Diputación, que presidió el patronato del Museo durante cuatro años siendo presidente de la institución provincial César Mera, afirmó que "aquello funcionaba muy bien así durante cien años", por lo que se preguntó "por qué una cosa que funciona hay que cambiarla cuando no es obligatorio por ley".

"El Museo es un legado, un motor de la Cultura", indicó López Abadín. "Si se meten los políticos por el medio, sean del color que sean, esto puede acabar mal".

Protesta de arqueólogos

Por otra parte, un grupo de arqueólogos protestó durante el pleno de la Diputación desplegando una pancarta en la que exigían 'Polo cumplimento do convenio'.

Afirman que la diputación de Pontevedra está efectuando una serie de contrataciones para yacimientos arqueológicos "incumpliendo el convenio laboral de arqueología".

"Ese incumplimiento va en detrimento de la profesión porque hay muchos profesionales que estamos sufriendo la crisis, muy agravada en nuestro sector", explicaron Mario César Vilas y María Martín, representantes de los trabajadores del sector de arqueología profesional en Galicia.

Según estos portavoces, la Diputación pontevedresa "está contratando a trabajadores que nada tienen que ver con este sector, cuando el convenio dice que tiene que haber unos directores, técnicos y oficiales".

Sin embargo, Mario Cesar Vilas asegura que las personas contratadas por la Diputación, "en la vida han hecho trabajos arqueológicos", lo que a su juicio supone que "se está poniendo en peligro el registro arqueológico, llevando de una manera inadecuada ese trabajo arqueológico y sin las suficientes garantías de que el patrimonio arqueológico gallego esté protegido".

"Los trabajadores de arqueología nos vemos obligados a quedar en la casa sin trabajar, por eso denunciamos está situación ante una administración pública que debería respetar la legalidad vigente", concluyeron estos portavoces.

TRABAJADORES

No fue la única protesta que se formuló en el pleno de la Diputación de Pontevedra, ya que una treintena de delegados sindicales y trabajadores de la institución trasladó sus reivindicaciones laborales durante la sesión.

Este grupo de funcionarios mostró carteles en los que se leían argumentos como 'Reduciendo subvenciones el coste de la deuda tiene soluciones', 'Servicio privatizado, funcionario mal parado y político beneficiado' y 'No elimines puestos de funcionarios'.