El presidente de la Unión de Conumidores de Asturias (UCE-Asturias), Dacio Alonso, ha estimado este viernes en un 12% la subida de la tarifa en lo que va de año contando la ya anunciada de un 3,95% a partir de este domingo. Además, estima que el porcentaje se eleva al 60% si se calcula desde el año 2007.

Así lo ha señalado el presidente de la organización, durante una rueda de prensa ofrecida para criticar la subida de la tarifa eléctrica anunciada por el Gobierno.

Para Alonso, este nuevo incremento del precio no es más que otro dato que muestra el "fracaso" del proceso de liberalización del sector energético. En este contexto, señala que las empresas energéticas son las que más beneficios están obteniendo en este tiempo de crisis.

Así ha dado un repaso a determinadas prácticas que la organización critica duramente de las principales firmas del área energética, y también del propio Gobierno del Estado. Se ha mostrado muy crítico con la intención del Ejecutivo de pretender "expulsar" de la Tarifa de Último Recurso (TUR) a más de la mitad de los usuarios beneficiados por ella, con la rebaja del consumo máximo permitido para esta facturación de diez a cinco kilowatios. Según sus cálculos, en Asturias serían unos 200.000 clientes de las compañías, unos 19 millones en toda España.

Ha recordado también la constatación, por parte de la Comisión Nacional de la Energía, de que recientemente, más de un millón de usuarios han sido cambiados de compañías "sin su consentimiento". Desde su punto de vista, la ciudadanía vive en una "situación de absoluta indefensión", al respecto del mercado de la energía.

Negligencia en la facturación de hc

Entre los aspectos más criticados por el presidente de UCE al respecto de la conducta de las empresas energéticas, figuran las últimas facturaciones de Hidrocantábrico.

Según Alonso, esta compañía, "de forma arbitraria" decidió paralizar la facturación, y "ha empezado a emitir facturas con una acumulación de entre tres y cuatro meses". Así asegura que ha habido casos de consumidores que han acudido a la UCE con facturas de más de 1.000 euros.

Alonso tiene claro que esta práctica es "ilegal", además de una "total falta de respeto" a los clientes.