La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunció este viernes el inicio de trámites diplomáticos con Pakistán y Sri Lanka para repatriar a los 165 inmigrantes del barco "Al Mari" llegado por la mañana a Tenerife, si se comprueba que efectivamente son ciudadanos de ese país asiático.

El barco está atracado en la dársena de Los Llanos de la capital tinerfeña y sus pasajeros han permanecido en él más de seis horas, hasta que han sido trasladados para comer a una nave de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife.

Cinco de ellos están detenidos por ser presuntamente los tripulantes de la nave.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Fernández de la Vega explicó que en la embarcación viajaban los inmigrantes asiáticos junto a los miembros de la tripulación, presumiblemente de origen africano.

Aunque en un primer momento el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, señaló que el Ejecutivo había creado un gabinete de crisis para tratar el asunto, la vicepresidenta lo desmintió al precisar que se había reunido, como es habitual, con los responsables de inmigración de los Ministerios con competencias en la materia.

Fernández de la Vega explicó que en Santa Cruz de Tenerife los inmigrantes habían recibido los primeros auxilios en el barco y que se llevaba a cabo el proceso de identificación.

Después de que la embarcación fuera avistada en la noche del jueves a pocas millas de la costa de Tenerife, 18 personas fueron evacuadas porque tenían problemas de salud y una de ellas continúan hospitalizada, mientras que las 16 restantes, que fueron atendidos por la Cruz Roja, volvieron al barco tras pasar por comisaría.

Orden de no dejar desembarcar

Tras atracar el barco en el puerto, la Guardia Civil tenía la orden de no dejar desembarcar a los inmigrantes hasta que no concluyeran las conversaciones con sus países de origen, y varios agentes subieron a bordo para inspeccionar la nave y llevar comida y bebida.

Seis horas después se decidió el traslado de los inmigrantes en autocares hasta una nave para que comieran, escoltados por patrulleras de la Guardia Civil y de Salvamento Marítimo.

El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, explicó que el barco tiene una vía de agua, pero "no tiene los motores averiados", y señaló que especialistas de Salvamento Marítimo están inspeccionándolo para hacer un informe sobre su estado y sus condiciones de navegabilidad.

Tercera embarcación asiática

El "Al-Mari" es la tercera embarcación que llega a las costas españolas con un importante grupo de inmigrantes asiáticos desde agosto del año pasado.

Los inmigrantes del barco, que estaban en las bodegas cuando fueron encontrados, dijeron que llevaban unos cuatro días sin comer.