El acusado de asesinar a su exsuegro dice que no era "consciente" y que se ha "buscado la ruina"

El joven de 22 años que se enfrenta a 17 años de prisión acusado de matar a su exsuegro a quien culpaba de la ruptura de la relación sentimental que mantenía con su hija ha asegurado este lunes ante el tribunal de jurado que no era "consciente" de lo que hacía en el momento en el que cometió el crimen y ha explicado que, en las horas previas, había estado bebiendo alcohol y consumiendo drogas.

El joven de 22 años que se enfrenta a 17 años de prisión acusado de matar a su exsuegro a quien culpaba de la ruptura de la relación sentimental que mantenía con su hija ha asegurado este lunes ante el tribunal de jurado que no era "consciente" de lo que hacía en el momento en el que cometió el crimen y ha explicado que, en las horas previas, había estado bebiendo alcohol y consumiendo drogas.

"Estoy arrepentido, no era consciente. Me he buscado una ruina y he buscado la ruina a mi familia", ha asegurado F.M.J.C. durante la primera sesión de la vista que se celebra ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería por un delito de asesinato. La defensa del procesado sostiene que no hubo intencionalidad en la agresión y señala que las lesiones que sufrió la víctima no eran mortales, por lo que el fallecimiento habría sobrevenido por una patología previa.

F.M.J.C. ha reconocido que, tal y como recoge el fiscal en su escrito de acusación, tenía mala relación con el padre de su exnovia, con quien "hablaba lo justo" y al que "veía muy poco". "No éramos compatibles, me atacaba y me decía que me iba a partir la cara porque me había portado mal con su hija", ha asegurado.

Según ha relatado, la noche previa tomó "cuatro o cinco cubatas", cuatro botellines de cerveza, fumó porros y esnifó "tres rayas de coca", y que, después, decidió ir a casa de la víctima a por "bolsas de ropa". "Estuvimos discutiendo quince minutos a través de la puerta, luego abrió, me empujó, se metió dentro de la casa y yo pensé que iba a coger una pistola mientras que me decía que me iba a enterar".

Después de agredir a la víctima en el cuello, F.M.J.C. ha indicado al jurado que tiró el cuchillo por el tiro de escaleras y cogió la moto, "de la que me caí de la borrachera", para ir a Comisaría a contar lo que había hecho. "Yo no vi sangre ni nada. Pregunte si estaba bien y un policía me dijo que sí aunque otro me dijo que me lo había cargado".

Según consta en el escrito de calificación del Ministerio Público, el acusado se personó a primera hora de la mañana en el domicilio de la víctima, ubicado en el barrio de El Zapillo de la capital, y le asestó presuntamente un "fuerte" golpe en el cuello con un cuchillo de cocina de 33 centímetros de hoja que había cogido previamente de su casa.

Objetivo premeditado

F.M.J.C. había mantenido una relación sentimental "de manera intermitente" con la hija de la víctima aunque ella la dio por finalizada en los primeros días de julio de 2010. Según señala el fiscal, el día 16 de ese mes "decidió acabar con la vida" de F.J.G.F., de 52 años, así que, después de pasar "toda la noche fuera de casa con una persona ajena a su intención", se dirigió hasta su domicilio de barriada de La Cañada y cogió un cuchillo para "cumplir su objetivo".

A continuación, en ciclomotor y todavía en compañía de esa persona que "desconocía cuál era su propósito", puso rumbo a la vivienda en la que residía el padre de su exnovia. A las 07,00 horas, se personó en el inmueble ubicado en la calle Cartagena de la capital y tocó al timbre.

Al abrirle la puerta la víctima, sin mediar palabra, F.M.J.C. le asestó un "fuerte" golpe en el cuello, lo que le causó un herida incisa en el lado izquierdo del cuello y le seccionó la vena yugular. La rápida actuación médica y una intervención quirúrgica evitaron su muerte en un primer momento aunque la víctima falleció cuatro días después de su ingreso el complejo hospitalario de Torrecárdenas debido a las lesiones que sufrió durante la agresión.

El fiscal imputa al procesado un delito de asesinato y solicita en concepto de responsabilidad civil el pago de indemnización de 20.000 euros a su exnovia, de 20 años, y de 135.316 euros a su hermano, menor de edad. La defensa ha solicitado un veredicto de no culpabilidad o subsidiariamente que se le declare culpable de un delito de lesiones ya que no hubo dolo y existió consumo previo de estupefacientes.

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