Los trabajadores del Ayuntamiento de Santiago han anunciado este lunes que presentarán un contencioso administrativo y un conflicto colectivo contra los recortes en materia de personal.

En una rueda de prensa conjunta, a la que asistieron representantes de UGT, CC.OO., Csif y la CIG, han indicado que han decidido emprender medidas legales de forma conjunta.

En lo que se refiere al personal funcionario, las alternativas pasan por presentar alegaciones a los presupuestos y por la presentación de un contencioso por la vía judicial. En cuanto al personal laboral, el presidente del comité de empresa, Xabier Ferreiro, ha avanzado que se interpondrá una demanda de conflicto colectivo.

El representante de la CIG, Xabier Picón, ha advertido de que "cualquier posibilidad de acuerdo pasa por la retirada del plan" de ajustes que supone, entre otras medidas, un recorte de 78.000 euros en los incentivos para jubilaciones. Este problema se resolvería, ha dicho, eliminando una de las plazas de categoría A, que tienen un coste de 80.000 euros.

Además, se ha referido al superávit de más de 6 millones con el que el Ayuntamiento de Santiago cerró 2011 y ha considerado que se produjo "engaño y mala fe" en la negociación, puesto que estos datos se conocían desde abril pero no se hicieron oficiales hasta ahora, una vez que el presupuesto y el plan de ajuste están ya aprobados.

El presidente de la junta de personal, Antón Barba, ha apuntado que para acometer estos recortes, la legislación establece que debe haber una causa de grave interés público por una alteración sustancial de las circunstancias económicas, algo que, a su juicio, queda descartado con el resultado de 2011. Además, ha cuestionado que ese mismo argumento no se aplicase para rebajar los salarios de los concejales.

Además, los representantes de los sindicatos y del comité de empresa y la junta de personal han avanzado que en los próximos días habrá una reunión para decidir "otras medidas" contra el plan de ajuste municipal.

Respuesta del ayuntamiento

Preguntada sobre esta "mala fe" la concejala de Facenda, Cecilia Sierra, ha negado que hubiese tal intención por parte del Ayuntamiento y se ha remitido a que se abrió una mesa de negociación con los representantes de los trabajadores.

"Estamos abiertos a negociar", ha indicado y ha señalado que "se intentó no tocar las retribuciones básicas" de los empleados que trabajan para el Ayuntamiento.