La grave cogida sufrida por un joven de Benavente (Zamora) durante la celebración ayer del Toro de la Vega dejó en un segundo plano la disputa entre detractores y defensores de esta fiesta, de origen medieval y única en la que el toro cae en manos de lanceros, que van a caballo y a pie. El hombre permanece ingresado en la UCI del Hospital Clínico tras ser operado de una herida con doble trayectoria en el tórax que le dañó el pulmón.Hasta la cogida, el torneo se desarrolló con normalidad. Una multitud (30.000 personas, según la Guardia Civil) se congregó en Tordesillas para presenciar el encierro, mientras una avioneta sorbrevoló el pueblo con una pancarta de la asociación contra la tortura y el maltrato de los animales. En ella se podía leer:«Tordesillas, vergüenza humana».