Dos jubilados imposibilitados para leer los contratos denuncian a Bankia por las preferentes

  • Un matrimonio de jubilados de Madrid, él con problemas de vista y ella sin saber leer, invirtieron 56.000 euros en preferentes de Caja Madrid.
  • Aseguran que la caja les dijo que era un producto sin riesgo y a tres años.
  • Han presentado una denuncia en comisaría.
Un hombre afectado por las preferentes muestra una denuncia a Caja Madrid.
Un hombre afectado por las preferentes muestra una denuncia a Caja Madrid.
JORGE PARÍS
Un hombre afectado por las preferentes muestra una denuncia a Caja Madrid.

Luis y María de los Ángeles firmaban el 19 de mayo de 2009 una inversión de 56.000 euros en preferentes de Caja Madrid. Tres años después, el 22 de mayo de 2012, firmaban en la comisiaría de Puente de Vallecas (Madrid) una denuncia contra la entidad (ahora Bankia) por ese mismo producto financiero. Se sienten estafados porque lo que habían firmado no era lo que se les informó de palabra. Quizá si esta pareja de jubilados de 64 años de un distrito humilde de Madrid —ella limpiadora; él, mecánico— hubieran revisado bien los documentos, no habrían firmado, pero él tiene una minsuvalía visual y ella no sabe leer.

El pasado mayo, Luis bajó a la caja. Estaban haciendo una pequeña reforma en casa, pensaba en cancelar ese depósito y utilizar parte del mismo para pagar a los pintores. "Si no, ni me hubiera enterado de lo que pasaba", asegura. "Casi me dió un infarto del soponcio cuando me enteré, armé la tremolina en la oficina, puse una reclamación a la entidad y una denuncia en comisaría, pero no servirá de nada hasta que no vaya a juicio".

A Luis, la directora por aquel entonces de su oficina de Caja Madrid lo llamó varias veces por teléfono, hablándole de un producto que estaban ofreciendo a "ciertos clientes", según recuerda, y pedía que bajara con su mujer, cotitular de la cuenta. Y lo hicieron. "Siempre creí en lo que me dijeron: que era un plazo fijo a tres años y que sí podía sacarlo en cualquier momento, solo que me penalizarían con los intereses, nunca con el capital. Así que, papel que me ponía delante, firmaba", recuerda Luis. "Siempre que iba a la caja les decía que me ofrecieran cosas sin riesgo y ellos me dijeron que esto no lo tenía", asegura.

No pudieron leer los documentos ya que Luis tiene una minusvalía del 60% en su vista que le obligó a jubilarse anticipadamente y su mujer no sabe leer. Firmaron un documento que les alertaba del "riesgo elevado" de su inversión y un contrato donde se puede leer claramente que el vencimiento de la misma era "permanente". Confiados, no dieron el contrato a nadie para que se lo leyera.

Luis asegura que en la caja les conocen desde hace treinta años y sabían de sus problemas visuales. De hecho, en el contrato del depósito, aparece el nombre de su hijo Luis Miguel, de 36 años, como "representante legal" junto a los suyos como "propietarios". El documento solo está firmado por Luis y María de los Ángeles, y nunca les dijeron que su hijo debía bajar a firmar nada. En un segundo documento, firmado en julio de 2009 sobre ese mismo producto, el nombre del hijo ya había desaparecido.

¿Qué son las preferentes?

En 2009, las entidades bancarias tenían necesidad de recapitalizarse y muchas de ellas lanzaron una importante emisión de preferentes (las cajas que componen Bankia no fueron las únicas, también La Caixa, BBVA o Santander, hicieron lo propio).

Este producto financiero, que contó con las bendiciones de los organismos reguladores, era una inversión que tenía como principal gancho una alta rentabilidad, un 7%, pero también un riesgo elevado—así lo describía la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)—, no estaba cubierto por el Fondo de Garantía de Inversiones y tenía caracter permanente. Ni siquiera obligaba a pagar intereses cuando la empresa emisora tuviera pérdidas, lo que terminó ocurriendo.

Por todo ello, se obligaba a cumplira la normativa Mifid (unos test para evitar que unos clientes inadecuados opten por ese producto) e informar de los riesgos. Solo la emsión de Caja Madrid de 2009 dejó unos 120.000 afectados, según los datos manejados por Adicae.

Bankia, por su política de empresa, no ha querido pronunciarse sobre el caso concreto de Luis y María de los Ángeles. Sin embargo, aclaran que quedan unos 3.000 millones de euros en preferentes de 2009 que esperan ser canjeadas. "Nuestro presidente ya afirmó que esta era una de sus prioridades número uno; no queremos perder clientes, somos los primeros interesados en que esto se solucione", explican fuentes de la entidad.

"Queremos dar una solución a este problema, pero no está cerrado: estamos discutiendo la forma con el Banco de España, el Ministerio de Economía y Bruselas". Bankia no sabe cuándo estará listo el canje de este producto por otro —como están haciendo otras entidades—, pero esperan que sea en un plazo breve.

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