Al menos trece personas han muerto en un atentado suicida contra un centro de reclutamiento militar en el barrio de Chariyía, en el oeste de la capital iraquí.

El atentado, perpetrado por un solo hombre con un cinturón de explosivos, ha dejado además siete heridos en esta base militar ubicada en el antiguo aeródromo de Al Muzana y que en los últimos tres años ha sido ya blanco de varios atentados similares.

El suicida, que llevaba un cinturón de explosivos alrededor del cuerpo, subió a un minibús que estaba junto a la base y transportaba a los nuevos reclutas del ejército tras haber completado sus trámites y cuando se disponían a volver a sus casas.

Una vez dentro del vehículo, activó su carga explosiva y mató o hirió a todos los ocupantes del vehículo.

A excepción del chófer, todas las víctimas son aspirantes a militares.

El ejército y la policía iraquí son frecuente blanco de la insurgencia, que intenta sabotear todas las instituciones del nuevo Irak por considerarlas colaboracionistas con los ocupantes estadounidenses.

Esta misma base de Al Muzana ha sido blanco de varios atentados, el más grave de ellos en junio de 2004, cuando un coche bomba estalló en la entrada de esta misma base y mató a 35 personas.