Centenares de vecinos y responsables del Gobierno de Baiona tomaron ayer las calles de la villa para mostrar su repulsa ante la posible ubicación de una depuradora en Cabo Silleiro.Desde el parque de La Palma hasta el Ayuntamiento partió en la tarde de ayer una manifestación en contra de un problema que para el alcalde local es «muy grave».
El proyecto de saneamiento propuesto para la ría de Vigo afecta a seis ayuntamientos del margen izquierdo de la ría y contempla la construcción de una macrodepuradora en Cabo Silleiro, así como el cierre de otras ocho instalaciones.
En la actualidad, la depuradora del Lagares vierte más de 36 metros cúbicos de agua sin depurar a la ría cada día, según el estudio elaborado por Ciisa que la alcaldesa de Vigo, Corina Porro, presentó el pasado martes.
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