Kurt Blum (1922-2005) luchó por dar a la fotografía el lugar que se merece como un medio de expresión artística independiente que no había que subestimar frente a la pintura o la escultura. La fundación Fotostiftung Schweiz de Zúrich recupera el trabajo de Blum, fotógrafo de la vanguardia suiza de la posguerra.

La exposición Gegenlicht. Kurt Blum - Fotografien (Contraluz. Kurt Blum - fotografías), hasta el 14 de octubre, recopila copias hechas en la época en que fueron tomadas las intantáneas y descubre a un autor que no renunció nunca a su faceta creativa, incluso cuando trabajaba como fotógrafo para la Biblioteca federal de Berna (su ciudad natal) o como documentador para vídeos industriales.

El artista probó que las fábricas de acero de Ginebra, con humaredas, rayos de luz entrando por altos ventanales y grandes espacios desangelados también podían servir para crear una atmósfera densa y sugerente y experimentar con el nuevo lenguaje fotográfico que nacía tras la II Guerra Mundial.

También explotó su talento cuando tuvo la oportunidad de retratar a finales de los años cuarenta a Picasso, Alberto Giacometti, Georges Braque, Marc

Chagall, Mark Rothko, Willem de Kooning y otros pintores y escultores contemporáneos en sus estudios, rodeados de su mundo creativo más íntimo.

Las instantáneas depersonajes célebres, presentes en la muestra, se unen a las escenas de danza, ópera y salones de baile en las que Blum demuestra una espontaneidad formal, siempre en busca del experimento.