El vicepresidente primero del Gobierno de Navarra y secretario general del PSN, Roberto Jiménez, ha afirmado que "las cosas están exactamente igual que el viernes", cuando los socialistas anunciaron una crisis de Gobierno, y ha reiterado su exigencia de que se deje "sin efecto" la orden foral de no disposición de gasto por 132 millones de euros.

Jiménez ha dicho que esta medida es "absolutamente irrenunciable" para los socialistas, lo mismo que lo son obtener "certidumbre en los datos económicos, habida cuenta de que en tres semanas han dado tres predicciones económicas", y también lo es "la lealtad exigible que tiene que haber entre los socios".

Además, a preguntas de los periodistas tras la entrega del Premio Príncipe de Viana, ha indicado que "por entrar en lo sustantivo, 132 millones son muchos millones, y el PSN tiene dificultades para poder entrar en que recaigan siempre sobre las espaldas de los mismos".

Jiménez ha asegurado que "lo importante es que esta orden foral se quede sin efecto, como dijimos el viernes, y a partir de ahí lógicamente nuestra mejor disposición, somos un partido serio, responsable, que queremos la estabilidad de la comunidad, pero la estabilidad tiene que estar basada en la certidumbre y en la lealtad".

El vicepresidente del Gobierno ha indicado que "desde luego, para un partido de derechas, igual recortar le hace mucha gracia, pero para un partido de izquierdas los recortes por los recortes nos supone un grandísimo esfuerzo y una gran dificultad".

"no podemos tardar mucho"

Sobre el plazo para solucionar la crisis de Gobierno, Jiménez ha afirmado que "no podemos tardar mucho tiempo evidentemente, porque si no se resuelve, el tema está claro, como dijo el portavoz del Partido Socialista, dos más dos cuatro".

Preguntado sobre si la iniciativa ahora la tiene que tomar la presidenta del Gobierno, el dirigente socialista ha indicado que "quien rompió el pacto unilateralmente fue UPN, habida cuenta de que en el propio acuerdo que suscribimos para formalizar el Gobierno se establece que las materias económicas se tienen que adoptar de mutuo acuerdo entre los socios, y habida cuenta de que esta orden foral fue una decisión unilateral, quien ha roto el acuerdo es UPN y quien tiene que volver a recomponer el acuerdo es la otra parte del Gobierno, claro".

Jiménez ha defendido que, en cualquier caso, "no podemos tardar mucho tiempo" en resolver la situación, "no podemos permitir que el Gobierno esté en este impass trabajando solo con asuntos de trámite como se verá mañana en la sesión de Gobierno".

Preguntado sobre por qué inicialmente estuvo de acuerdo con la orden foral y posteriormente la rechazó, el vicepresidente ha afirmado que "el viernes se me sacó de una reunión que tenía con las asociaciones de fusilados y se me trasladó una situación caótica, advirtiéndome por un lado de alertas por parte del Ministerio, porque no iban los datos bien, porque íbamos a ser la última comunidad" en el cumplimiento del déficit.

Jiménez ha reconocido que "efectivamente en primera instancia, ante esa circunstancia y ante amenazas de intervención, di el visto bueno, pero inmediatamente cuando contrasté que no era así y que era un avance del primer trimestre exigí que no se firmara la orden foral, que por cierto estaba todavía sin firmarse".