El arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ha afirmado que la Iglesia no cuenta con "privilegios" a la hora de pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y que actualmente abona 86.807 euros por "alguna" finca legada, por espacios que tiene alquilados a empresas y por una "larga lista de inmuebles que no tienen función pastoral". Así, alerta de que hay partidos políticos y sindicatos que ponen sus edificios a nombre de fundaciones para "evitar abonarlo" y lamenta la "campaña" contra la Iglesia, ya que es a donde se dirigen "quienes no tienen que comer, y no a los partidos, organizaciones sindicales u ONG".

A preguntas de los periodistas tras presentar la Información Económica de la Archidiócesis de 2011, Asenjo ha asegurado que actualmente "no tiene datos de lo que habría que pagar en el supuesto de que se decidiera legalmente" y subraya los 86.807 euros que pagan actualmente por "alguna" finca que posee como "consecuencia de un legado y de las rentas de los alquileres", como la mitad de la sede del Arzobispado con Husa Hoteles y al Ayuntamiento de Pilas (Sevilla), por el alquiler a una empresa de hostelería del seminario ubicado en este municipio, así como una "larga lista de inmuebles que no tienen función pastoral".

"Me parece este asunto muy extraño", subraya Asenjo, que apunta a una campaña, "cuya procedencia todos conocen", que trata de demostrar que "la Iglesia tiene un privilegio con la exención del IBI y no es un privilegio, sino que está regulado por la Ley de Mecenazgo". Así, insiste en que "de nada sirve" que determinados ayuntamientos hayan aprobado en sus plenos cobrar el IBI a la Iglesia "si no se modifica la ley".

En este sentido, recuerda que también están exentos de este pago otras confesiones religiosas, como musulmanes, judíos y evangélicos, además de ONG, federaciones deportivas o los edificios protegidos, como el Palacio de Liria. "¿Porque hay tanto interés en que sólo sea la Iglesia católica la que pague el IBI? Se dice que en tiempos de dificultad todos tenemos que arrimar el hombro, pero sin embargo sólo se emplaza a la Iglesia católica a arrimarlo, a pesar de que tiene bien constatado que lo hace ante esta grave coyuntura", sentencia.

Asenjo afirma que cuando hay quien no tiene que comer el "picaporte al que llama es el de la Iglesia y no al de partidos políticos, determinadas ONG, fundaciones o sindicatos, y advierte de que partidos y organizaciones sindicales, "que han de pagarlo, tiene asignados determinados edificios a sus fundaciones para evitar abonar el IBI".