Cáritas Diocesana acompañó a 24.883 personas y atendió a 2.760 nuevas familias en situación de precariedad social, lo que supone 9.715 personas, a lo largo de 2011 en Asturias, según refleja la memoria del año pasado elaborada por la ONG.

Estas familias presentan un nuevo perfil. Son parejas jóvenes, de entre 25 y 45 años (el 61 por ciento), con hijos a su cargo (58,9) y de nacionalidad española (71), han explicado en la rueda de prensa el director y la secretaria general de Cáritas Diocesana, Adolfo Rivas y Paloma Gallego, respectivamente.

Las unidades familiares no sólo precisan ayuda económica, según Rivas, sino que han surgido nuevas necesidades relacionadas con el apoyo para que la familia no se rompa a causa de las dificultades que atraviesa.

Aunque la ONG ha priorizado este año el acompañamiento de familias en situación de precariedad para evitar que "crucen la línea", también han desarrollado acciones especializadas para ayudas "a los últimos de los últimos", ha dicho Rivas.

Así, Cáritas ha atendido a 1.829 personas sin hogar, 193 toxicómanos, 115 reclusos y ex reclusos, 447 menores en situación de riesgo, 2.167 personas mayores, 1.067 inmigrantes y 1.182 desempleados. Además, han desarrollado proyectos de cooperación internacional al desarrollo y de ayuda humanitaria en Honduras, El Salvador, Guatemala, México, Colombia, Haití, Benin, Sudán y Tanzania.

Para cubrir estas acciones, Cáritas ha contado el trabajo de 1.870 voluntarios y con un presupuesto de 6,6 millones de euros, de los cuales el 22,3 por ciento procede de subvenciones y el 77,7 por ciento restante de fondos propios. De estos ingresos, Rivas ha subrayado que los donativos de particulares han crecido un 25 por ciento en 2011.

Sin embargo, este "es el presupuesto de un pequeño equipo de fútbol", ha apuntado el director de Cáritas, que ha opinado que es "poco dinero" teniendo en cuenta la difícil situación a la que deben de hacer frente.

Este trabajo de Cáritas, ha añadido Rivas, tiene que estar acompañado del trabajo de ciudadanos "comprometidos y organizados" porque "sin comunidad no hay salida" de la crisis.