La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la pena de dos años de cárcel para un joven que participó, junto con otros cuatro, en un robo con intimidación a una pareja. Al chico le tiraron al suelo y le quitaron el teléfono móvil, dinero y una pulsera, y a la chica 5 euros.

Por estos hechos, el acusado, Ahmed D., de nacionalidad marroquí, como el resto de los participantes en el robo, fue condenado por el juzgado de lo Penal número Dos de Santander a dos años de prisión por un delito de robo, multa de 60 euros por una falta de maltrato de obra, y a pagar una indemnización de 1.400 euros.

La sentencia considera probado que el joven, de común acuerdo con los otros cuatro, se dirigió sobre las 02.30 horas de la madrugada del 7 de mayo de 2011 a la pareja, que se encontraba en los Jardines de Piquío de Santander. Un amigo del acusado, esgrimiendo una botella, exigió al chico que le diera el móvil y los efectos de valor que llevara, y le arrancó del brazo una pulsera de plata.

Como éste se negó a entregarle el teléfono, el acusado lo empujó, haciéndole caer al suelo, sin causarle lesiones, al tiempo que su amigo se apoderaba del teléfono y del dinero en metálico que llevaban, al tiempo que le amenazaba con romperle la botella en la cabeza.

Los otros jóvenes participantes, por su parte, sustrajeron a la chica 5 euros, huyendo a continuación todos ellos del lugar. El acusado ingresó en prisión preventiva por estos hechos cinco días después, el 12 de mayo.

En su recurso esgrimía, entre otros argumentos, que no había tomado parte en el robo cometido por su amigo, limitándose a decir a éste que dejara en paz a la pareja, así como que el reconocimiento en rueda judicial estaba "contaminado", al ser el único magrebí, y que las víctimas se contradijeron en sus declaraciones.

La Audiencia rechaza estas consideraciones al existir pruebas que confirman su actuación, corroboradas por la declaraciones "coherentes " y "firmes" del chico robado, que lo reconoció desde el principio como "el cabecilla" del grupo. Por ello, no duda de que "intervino activamente" en el robo y "ejercitó violencia" física sobre el joven.

De ahí que desestime el recurso en su integridad e imponga al acusado las costas de la alzada.