Miles de universitarios pugnan por pisos de alquiler a 600-800 euros

Zaragoza recibe a unos 4.300 estudiantes de fuera y muchos buscan ahora viviendas, que sólo duran en oferta unos 3 días
Dos jóvenes, ayer, consultando las ofertas de alojamiento en un tablón de anuncios de la Universidad. F. Simón.
Dos jóvenes, ayer, consultando las ofertas de alojamiento en un tablón de anuncios de la Universidad. F. Simón.
Dos jóvenes, ayer, consultando las ofertas de alojamiento en un tablón de anuncios de la Universidad. F. Simón.
Encontrar un piso de alquiler no es tarea fácil cuando se es universitario y el inicio del curso, el día 21, está a la vuelta de la esquina. La Universidad recibe de media unos 4.300 jóvenes de fuera de Zaragoza y sólo una cuarta parte de ellos tienen plaza en los colegios mayores; por eso, miles de jóvenes buscan estos días un lugar para vivir.

Conseguir una vivienda completa es lo más difícil, porque las pocas que se ofrecen se alquilan «en cuestión de tres o cuatro

días», señalan en el servicio de alojamiento de la Universidad (976 762 318). Los más demandados por los estudiantes son pisos de tres o cuatro dormitorios a precios de entre 600 y 800 euros al mes.

Los tablones del campus están repletos de anuncios con ofertas de alojamiento para universitarios; casi todos, plazas libres en pisos compartidos. Es la alternativa más económica a los colegios mayores, en los que la cuota mensual, con pensión completa, oscila entre los 519 y los 670 euros.

El precio medio de una habitación en un piso cercano al campus y bien equipado (televisión, dvd, aire acondicionado, teléfono, ADSL...) ronda los 230 euros al mes por persona, aunque en zonas más alejadas o casas con menos servicios se pueden encontrar por menos de 100 euros al mes.

La oferta de viviendas compartidas se centra, sobre todo, en los distritos Centro y Universidad, pero, sin embargo, es prácticamente imposible conseguir alojamiento en el Actur.

«Se busca chica no fumadora»

Las mujeres no fumadoras lo tienen más fácil a la hora de encontrar habitación en un piso compartido. «Los propietarios creen que las chicas van a tener más cuidado con el piso y lo van a dejar en mejores condiciones; por eso, las prefieren a ellas», aseguran en el servicio de alojamiento. A la hora de compartir piso, también hay quienes buscan el valor añadido de los idiomas y se decantan por los erasmus, aunque estos estudiantes suelen venir en grupo y alquilar sus propias viviendas.

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