A la mala pavimentación, con múltiples adoquines levantados del suelo, se suma el hecho de que la calle ha duplicado, al menos, su tráfico rodado desde julio. Así, a los casi 5.000 vehículos diarios que cada día circulaban por la calle se han sumado buena parte de los 14.800 que lo hacían por San Vicente de Paúl, cortada por obras. La acumulación de autobuses, taxis, vehículos de carga y transporte privado ha originado una situación tan caótica que algunos taxistas incluso ya se niegan a llevar a sus clientes por la calle Don Jaime para no sufrir los atascos ni los continuos baches.

La situación mejorará a finales de octubre con la reapertura de San Vicente de Paúl. La reforma de la calle Don Jaime, sin embargo, todavía se hará esperar, ya que el pavimento de adoquines no será reemplazado por una capa de asfalto hasta al menos el próximo verano.

Los atascos vuelven a las calles

Miles de zaragozanos se reincorporaron ayer a sus puestos de trabajo y las calles de la ciudad volvieron a atascarse, después de la tregua de los meses de verano. A primera hora de la mañana el tráfico era «más intenso de lo normal», según fuentes de la Policía Local, y los accesos al centro, tanto por Don Jaime como por Cesaraugusto, fueron el punto más conflictivo para los conductores. El tráfico también se vio colapsado en la Margen Izquierda, donde las obras de la rotonda de Ranillas provocaron importantes atascos en el puente de La Almozara.