Las políticas de precio de la competencia y los recortes de las administraciones públicas son los riesgos que más preocupan a las empresas familiares de la región, según se desprende del I Estudio sobre la Gestión del Riesgo en la Empresa Familiar de Cantabria, que recomienda vivamente la internacionalización para obtener mejores resultados empresariales.

Este estudio, elaborado por la consultoría de riesgos y seguros Marsh, se ha presentado este miércoles en una jornada organizada junto a ACEFAM y el Ayuntamiento de Santander.

Según ha explicado en un encuentro con los medios de comunicación la presidenta de ACEFAM, Mar Gómez Casuso, otro de los riesgos que preocupan a las empresas familiares de Cantabria, que tienen un perfil "no especulativo" y reinvierten "buena parte de sus beneficios", es la fiscalidad.

Ha explicado al respecto que la presión fiscal combinada con la falta de liquidez y los problemas para obtenerla en el mercado hace que muchas empresas familiares estén aportando su "patrimonio personal" para hacerlas frente.

Para contribuir a buscar soluciones que mejoren las perspectivas de las empresas familiares de la región, el Ayuntamiento de Santander pondrá en marcha una oficina especializada. Tal y como ha anunciado el alcalde, Iñigo de la Serna, su misión será la de ayudar en los procesos de internacionalización y la búsqueda de financiación con fondos europeos.

También tejerá una red de contactos con empresas familiares de otros países, para intercambiar conocimientos y explorar vías de colaboración, y asesorará en la realización del protocolo familiar para la transmisión de la empresa a la siguiente generación.

El I Estudio sobre la Gestión del riesgo en la Empresa Familiar de Cantabria, elaborado por Marsh, está basado en los resultados de encuestas realizadas a propietarios y consejeros delegados de empresas familiares de la comunidad (que representan el 95% del tejido empresarial cántabro) y está concebido como una herramienta que facilite la toma de decisiones en un contexto económico incierto.

Según el informe, 8 de cada 10 Empresas Familiares de Cantabria ven en la actuación de la competencia su principal amenaza para crecer, seguida de la falta de crédito de sus clientes y de la situación financiera de las Administraciones Públicas (45% de los entrevistados).

En tercer lugar se sitúa el marco regulatorio, especialmente el fiscal y el laboral, que representa una amenaza para el 30% de las empresas encuestadas.

Por el contrario, los entrevistados consideran que las principales fortalezas de su empresa es su reputación y la calidad de su producto.

"La imagen, la reputación, los recursos humanos, la capacidad de sacrificio de sus directivos y la calidad del producto son algunas de las mayores fortalezas de las empresas familiares de Cantabria", tal y como ha explicado el director de Estudios de Marsh, José María Elguero.

En este mismo sentido, Gómez Casuso ha añadido que otra de las ventajas de las empresas familiares de la región es que "son más ágiles en la toma de decisiones, una vez que se ha detectado el riesgo".

INTERNACIONALIZACIÓN

En su apartado de conclusiones, el estudio elaborado por Marsh recomienda la internacionalización de las empresas.

"Ahora el negocio está fuera, como demuestra el hecho de que la mitad de la facturación de las empresas del IBEX35 viene del exterior", ha asegurado Elguero, señalando que a pesar de la caída de la demanda interna "sólo el 11% de las empresas familiares de Cantabria esté internacionalizada y un 22% tiene previsión de hacerlo en los 12 próximos meses".

Dentro de la estrategia de gestión de riesgos de la empresa familiar destaca la transferencia de todos o parte de los riesgos al mercado asegurador.

Por modalidades y sobre una muestra de 20 clases de seguros, el seguro de responsabilidad civil general y el de daños son los más contratados por las empresas (ambos, en 94% de los casos) junto con el seguro de transportes, el tercer seguro más común entre las empresas de la comunidad, (contratado por el 61% directamente o a través del transportista).

A estos le siguen los seguros personales de accidentes y vida para directivos y empleados, que son contratados por el 66% y 55% de las empresas respectivamente.

Según Elguero, "salvo excepciones muy concretas y puntuales, la práctica ausencia de mapas de riesgo pone de manifiesto un preocupante desconocimiento sobre el impacto económico que tendrían estas amenazas en la cuenta de resultados", por lo que "es fundamental empezar a cuantificar el coste de los riesgo en un plazo de entre 10 y 16 meses e implementar medidas de protección que otorguen a la empresa la fortaleza suficiente para capitalizar el crecimiento allí donde se produzca".